noviembre 19, 2004

Ayer tuve un simulacro de viernes y espero que hoy salga al menos igual de bien.

Decidí ahorrarme la ida al bautizo mañana por la mañana. Pensé que la manera mas educada, con clase y estilo de evitarlo era comprando un regalo para Brian Ayoria (La pobre criatura en cuestión, ¿como le irán a decir de cariño?) y decirle a su madre que me disculpara por no acompañarlos. Solo que se me fue la semana, y no pude ir a comprar nada. Ayer por la noche ya en mi casa, considerando si valía la pena pasar a un Walmart de 24hrs o de perdida a un Oxxo a comprar un regalo o ya de plano renunciar a la clase y no dar nada mas que un pobre pretexto, por no dejar pregunté a mi madre si entre sus curiosidades no tendría un regalo para bautizo. Y pues, hasta envuelto lo tenía. No cabe duda que algo tienen las mujeres que en cuanto tienen un hijo se cambian a ?Resourceful mode? y de no poder encontrar una calle o programar una contestadora, se tornan más versátiles que la navaja de McGyver.

En fin, el regalo que me presentó era para un niño de 6 meses y pues el pequeño Braiancito ya tiene 2 años. No fue problema para mi madre que de inmediato sacó un juguete para esa edad (¿De donde? ¿O qué hacía con él? El mundo nunca lo sabrá). Lo único que tuve que hacer fue un transplante de envolturas y moño. El único problema es que como me quedó no se van a creer la envoltura de Liverpool.

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