julio 09, 2004

En la película «Der Himmel Ûber Berlin» o «Las Alas del Deseo» de Wim Wenders, los ángeles que están entre nosotros se la pasan observando y escuchando que ocurre dentro de cada uno. Y al final del día se juntan para platicar que vieron/escucharon. Entre ellos se dan conversaciones como:

«Un anciano le sonrió a un bebe y éste le sonrió de vuelta», «Un muchacho probó una sopa de chícharo que le gusto mucho», «Una mujer se encontró con una foto de su novio de la adolescencia y se puso muy contenta» , cosas de ese tipo.

Si yo tuviera uno de esos ángeles stalkers cerca, al final del día diría cosas como:

«A Mau le cambiaron su computadora por una con bocinas al fin después de 3 años y lo primero que hizo fue instalarle el Winamp»

«Ayer mientras estaba en el posgrado le puso mas atención a las Palomas fuera de la ventana que a la clase»

«Descubrió que si pone los limpiadores del coche a la máxima velocidad, se apaga el auto y se enciende la alarma»

«Se enteró por un mensaje en el teléfono que su hermana regresó a casa y no le da mucha importancia»

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