Ya, de repente son las 2 de la tarde y la mañana se fue completa. Hice muchas cosas y aún no creo haber avanzado lo suficiente.
El viernes fui al boliche y el resto del fin de semana me dolió la mano y el gluteo izquierdo, raro.

Hoy entró el chilpayaterío a clases, al no poder elevar el límite de contaminación para contingencia ambiental, nuestro regente Encinas negoció con los asistentes del AMLOpalooza para que se abrieran algunas calles. Ah! pero que amables muchachos.
Igual dentro de mi paranoia de bloqueos y madres y padres de familia en 3as y 4as filas. Me vine muy temprano al trabajo, creo que ni don chucho se había levantado cuando llegué.

En la oficina ya hay cácaro corporativo y se estarán programaran ciclos de cine a la hora de la comida para aprovechar las pantallas post-mundial. Esta semana se proyectará la trilogía de Matrix.
Todo parte del folklor oficinal.

Hoy es día de pago, lo cual siempre anima. Además después de 5 intentos en 2 años, por fin pude concluir el trámite para hacer transacciones por internet con mi cuenta de nómina. El problema resultó que mi firma de hace 5 años que tienen registrada en el sistema del banco no se parecía a la firma que hago ahorita. Hice el cambio, según yo el movimiento de mano sigue siendo el mismo pero el garabato que sale es totalmente distinto. Go Figure.

Seguiremos pues al conejo Blanco a comer…