Bueno, como es viernes y a pesar que tengo mucho trabajo, no tengo muchas ganas de hacerlo, así que voy a postear para distraerme.
Primero un análisis de la tira de abajo o por que me pareció tan graciosa.
Cuadro uno – La sombra amenazadora y la cara de pánico de Chelita la cajera indican que ésta vez no es un ladrón ordinario. Este cuadro ya saca una leve sonrisa.
Cuadro dos – Identificamos al caco, que esta vez es oriental y de alguna extirpe guerrera, ya desde aquí se espera una tira original, este cuadro causa expectativa…
Cuadro tres – El Samurai grita. La diferencia entre el pensamiento del cuadro anterior y éste es magnífica, el Sr Trino, domina la onomatopeya como Martita a Vicente. Para darse cuenta que tan cagado es este cuadro uno necesita decir en voz alta lo que dice el samurai, hágalo rápido y fuerte para mayor impacto. La sonrisa persiste.
Cuadro cuatro y cinco – La reacción de Chelita y el gerente ante la amenaza. Pedro Vargas, no mames, aquí ya hay risa. (si, el tenor continental parecía chino…)
Cuadro seis y siete – «…me la Pérez Prado…» mas risa. El chiste de enséñame tu sable se veía venir y hasta medio choteado pero luego viene el cuadro 8…
Cuadro ocho – …here is where the female pig twisted the tail, (Aquí es donde la marrana torció el rabo, para nuestros amigos de habla hispana), Domo Arigato, mister roboto… carcajada. No lo veía venir… Do babes, Este wey es grande.
Cuadro nueve – Generalmente el maese Trino usa el último cuadro como epílogo o conclusión, o para secarse la lagrimita de la carcajada…
Ah! pero como disfruto estas tiras.