Archivos de julio, 2018

Cairo

julio 08, 2018

En el aeropuerto del Cairo nos estaba esperando Waleed, que era el mismo chofer que nos había recogido en Alejandría. Nuestros planes para Cairo los habíamos organizado con otra compañía, pero nos dejó su número y se puso a nuestras órdenes.

El hotel donde nos quedamos, estaba en una zona muy bonita de la ciudad, justo junto al Nilo y con una terraza- cafetería en el último piso con una vista increíble, donde almorzamos.
Como el mundo es un pañuelo, y Michelle muy popular, resulta que una amiga suya estaba en Cairo para una boda y estaban organizando verse. Primero pensamos invitarla a la cena que estaba planeada en el Tour, pero la amiga viajaba con su hija de 7 años, así que buscando un plan mas family friendly, recordamos el show de luz y sonido en las pirámides, y buscamos a Waleed para tomarle la palabra. Súper eficientes el muchacho nos organizó el show, y quedó de pasar por nosotros por la tarde.
Aunque nos cortamos del grupo aún así nos reunimos en el lobby a saludar y conocernos. El organizador, de nombre Fayed, se dedica a organizar viajecitos de fin de semana a cualquier parte del mundo a Americanos viviendo en el Medio Oriente. Parece que le va muy bien y para varios de los del grupo no era su primer viaje. Un montón de gente agradable.

Terraza al Nilo

Nos despedimos y al poco tiempo llegó Laura, la amiga de Michelle y su hija Maya que resultó ser un trompo muy simpático.
Yo había leído que las pirámides se alcanzan a ver desde varios puntos de la ciudad. Pero en nuestra ida y vuelta a Alejandría, como era de noche nunca vi nada. También estaba muy pendiente para ver si las veía desde el aire al ir o venir de Luxor, nada… se me estuvieron escondiendo. Hasta ahora…
Totalmente desprevenido, como si fueran las aletas de un tiburón, aparecieron las pirámides detrás de los edificios. Me emocioné mucho.
Waleed tuvo a bien llevarnos muy temprano al lugar con toda la intención de aprovechar para las fotos. Y pues si, cuando llegamos, no había nadie más, teníamos a las pirámides y al atardecer para nosotros solos. Además de todo, Waleed nos estuvo cuidando de los egipcios que se ponen abusivos con el turista, te arrebatan la cámara para tomarte la foto a cambio de una propina. La verdad es que nos sacamos la lotería con nuestros guías.
 Cuando acabo el atardecer empezó el espectáculo. Resulta que es exactamente el mismo que sale en la Espía que me amo. Narrado por Omar Shariff, se siente muy retro (por no decir viejo), ñero y anticuado. ¡Me encanto! La música es un como a go-go dramático, y  la experiencia es memorable.
¡Como no me fui de traje como Roger Moore!
Se nota como han de haber querido actualizarlo en los 80, agregándole rayo láser y seguro la proyección en la esfinge ha de tener unos 20 años. Pero hasta ahí. Después de haber visto el año pasado los shows de Disney, me queda claro que este escenario tiene muchísimo potencial desperdiciado, si tan solo le invirtieran un poquito más.
Pero bueno, las pirámides tienen 5000 años, así que qué más da que el espectáculo tenga 50. Ni quien se fije.

Pirámides VIP

Regresamos al hotel para una cena simple y listos para conocer las pirámides de cerca al siguiente día.
Nos recogieron temprano, pero para el sol ya era tarde y quemaba intenso. Lo bueno es que yo soy raza de bronce y con una gorra tengo.
La primera parada fue la pirámide de keops íntimamente, no te las acabas. Ahí tienes tu mano en la cosa más imponente que ha hecho el hombre, que igual impresionaron a Napoleón, Julio César, Alejandro Magno y cualquier cantidad de jerarcas y peatones antes que ellos. Abrumador.
La segunda parada fue un mirador donde se pueden apreciar las pirámides todas las pirámide: Aquí el reto es encontrar un ángulo donde no salgan las oleadas de turistas que también están buscando el mejor ángulo o su foto creativa. Me hizo apreciar aún más el momento que tuvimos solos el día anterior.
Como me acepto y me quiero como turista, cuando me ofrecieron el paseo en camello, no lo pensé dos veces. Estoy seguro que hace 6 meses ni se me hubiera ocurrido intentarlo, pero me anduve sintiendo muy audaz. El viaje fue simple, una vuelta de media hora enterrando mis uñas en la joroba del pobre animal. Fuimos, nos tomamos unas fotos y regresamos. No creo poder olvidar la experiencia.
De ahí nos fuimos a verle la cara a la Esfinge. Entre el calor, el tumulto y mi trasero con síndrome post-joroba de camello, no estuvimos mas tiempo del necesario para sacar la foto pal feis.

Abrazando 5mil años de historia

Jorobas Inc.

El almuerzo fue muy cerca de las pirámides en un lugar muy sabroso. La comida en general fue muy regular y nada exótica. Esta vez comimos pollito rostizado con especias muy muy sabroso.
Después de comer nos llevaron al museo del Cairo. El museo fue fundado en 1802 y desde entonces nadie ha sido para pasarle un trapito.
En su fetiche por lo antiguo, los egipcios han dejado las mismas exposiciones que cuando inauguraron en museo, con las notas escritas a máquina de escribir y en estantes que por si mismos merecen una exposición de antigüedades. Según me cuentan, están por abrir uno más motherno que, Ra mediante, hasta va a tener aire acondicionado.
Eso si, el museo está enorme. Con ganas de pasar un par de días explorándolo a detalle. Me queda claro que, entre este museo y otras colecciones gigantes como la del Met, el Louvre, o el British Museum, los egipcios tenían tesoros para todos.
De lo que pudimos ver, dos cosas me causaron mucha impresión. Una fue la estatua de Keops (o Kofu). Resulta que del señor que construyó la primera de las Pirámides, no  habían encontrado ninguna estatua, nadie sabe si están perdidas, destruidas en el tiempo o qué pasó. Un día, en un cementerio antiguo al sur de Egipto, encontraron una tumba de alguien que parece que estuvo trabajando en la construcción de la pirámide. Este sujeto orgulloso de su chamba, pidió que lo enterraran con una efigie del patrón, solo que como era muy pobre nomás le alcanzó para una figurita del tamaño de un Lego que, 5000 años después resulta ser la única representación que existe del famoso Faraón.
También resulta curioso que, siendo la pieza más valiosa del museo, esté protegida con seguridad de vanguardia… para 1802. Solo protegida por una cajita de madera, 3 vidrios y con un candado de medio pelo.
Por supuesto también pasamos por la sala con los tesoros encontrados en la tumba de Tutankamon. Uno puede estar frente a frente con la famosa máscara, admirar el sarcófago y demás tesoros que encontraron en la tumba. Es imposible no hacerse la pregunta: si así estaba la tumba de un faraón menor y poco importante, cómo estarían las de los demás.
Después de nuestra visita al museo, regresamos al hotel para refrescarnos y prepararnos para la cena.

Museo del Cairo

Spoiler: No tiene sala Beatle

La cena estaba programada en un lugar de comida egipcia, pero Fayed se sintió creativo y nos llevó a conocer un lugar que acababan de abrir y que al parecer estaba muy bueno. El lugar se llama “Mezcal” donde se sirve comida latinoamericana. Ósea que viaje 10 mil km para poder comer quesadillas con guacamole.
Afortunadamente también había comida peruana y argentina y pedí un lomo saltado bastante razonable. Aunque lo verdaderamente rico de la cena fue el rato ameno con el grupo.
Para el último día en El Cairo, el itinerario consideraba un paseo por El Cairo Cristiano o  cóptico.
Actualmente Egipto es 90% musulmán, pero no hay que olvidar que en su historia, también fue gobernada por romanos, griegos, turcos, etc. Y tuvo su época cristiana.
El primer lugar que visitamos fue la Iglesia colgante de St George. Se le dice así por que hace ya algunos siglos, estaba parada sobre dos pilares que a lo lejos parecía que estaba flotando. Como la visitamos en domingo nos tocó misa y todo. La iglesia tiene unos murales que platican la historia de San xxx, que encontré muy interesante. Resulta que un día el rey decidió que se iba a hacer una carretera a través de una montaña para unir dos comunidades, en su mayoría cristianas. Árabes y judios maloras, le empezaron a tirar cábula los cristianos y le dijeron al rey que en la biblia dice literalmente que la fé mueve montañas, que por qué no mejor les pedía a los cristianos que se aventaran el proyecto. El San xxx, junto a una banda y diceeeeen, que poniéndose a rezar, efectivamente movieron la montaña como si fueran Jedis. Y a Xxx lo hicieron santo.
De ahí nos fuimos a visitar otra iglesia, que diceeeen fue la primera iglesia cristiana. Hace como 2000 años, que Jesús, María y José andaban huyendo de los romanos por todo Egipto, hicieron una parada en este lugar de Cairo y estuvieron escondidos unos meses. Básicamente es uno de los lugares originales de las posadas, nomas que sin piñata al final.
También visitamos una sinagoga, pero esa si estaba abandonada por que todos los judios se salieron de Egipto en los 60’s a raíz de la guerra vs Israel. El lugar ahora lo administra el gobierno solo para visitas de turistas despistados.
En el camino nos detuvimos en un Bazar.
En este viaje conocimos muchos tipos de templos. Lugares dedicados a dioses, mausoleos dedicados a grandes reyes, iglesias y sinagogas. Este bazar era también un templo pero al mal gusto.
En serio, la cultura del antiguo Egipto tiene y merece todo mi respeto. Pero ¿quien en pleno uso de sus facultades compra una estatua de Anubis tamaño natural para adornar su casa? Hagan de cuenta que nos llevaron a la matriz de Galerías el triunfo. Mal mal.

San Yorch

Eeeen el nombre del cieeeelooo…

Pasaje cóptico

El almuerzo de este día fue el que tuvo más personalidad del viaje. Nos llevaron a comer a un lugar tipo cocina económica cutre un plato típico egipcio, de cuyo nombre no puedo acordarme. Se trata de un plato de arroz, con fideos, lentejas y cebolla tostada, bañada en una salsa roja y acompañada de aceite picante. Disfrute mucho la experiencia.
Y así acabo mi viaje por Egipto, aún estoy en el viaje de regreso a mi casa. Si bien nos va, para los siguientes días podré armar un álbum de fotos en Flickr para compartirlo.
Gracias por leer y sigan gozando!

Luxor – Parte 2

julio 07, 2018

La desmañada de ese día estuvo tenaz. A las 3:30 am pasaron por nosotros para llevarnos a un paseo en globo sobre el Valle de los Reyes del otro lado del Nilo.

Nos pidieron que a solicitud del ejército uno no podía llevar cámaras en el globo, pero que celulares estaban ok. También nos dieron instrucciones de seguridad básicas, como no tocar nada, agarrarse fuerte y no hacer nada estúpido.
Estuvimos esperando bastante tiempo en el área de despegue, nos dijeron que había mucho aire y que la autoridad no había dado el ok aún. Después de un rato, justo cuando estaba haciendo paz conmigo mismo sobre la posibilidad de cancelación, dieron el aviso y al grito de zas! Inflaron los globos y nos subimos.
Esta fue mi primera experiencia de vuelo en globo, y pues va a estar difícil de superar.
Poco después del despegue, nos avisaron que el viento estaba caprichoso y no nos iba a llevar sobre el Valle de los Reyes, más bien íbamos a cruzar el Nilo y regresar a la ribera este. Nos dijeron que esto pasaba algunas veces cada año, seguramente para disculparse y hacernos sentir especiales.
La verdad no me molesto ni tantito. sobrevolamos el río Nilo y vimos desde el  aire el templo de Karnak y el de Luxor y todos los campos de cultivo. Espectacular.
El aterrizaje no estuvo suave, caímos de sopetón con canasta volteada y todo. Al final me dio un ataque de risa como hace mucho no me daba.
El conductor llegó por nosotros y nos recibió con un “Welcome to Libia”. XD

Tripulación aerostática

Luxor desde el aire

Regresamos al hotel a tiempo para desayunar y esperar a nuestra guía para ir ahora si al Valle de los Reyes.
Según los egipcios, el lado este del Río que es donde sale el sol, es por donde inicia la vida, por eso estaban todos los templos de adoración. Mientras que del lado oeste, por donde se pone el sol, pues es el lado de la muerte, por eso las tumbas estaban todas de ese lado.
También nos platicó que el cambio de Piramide / mausoleo a tumba-secreta enterrada, se dio por que los faraones se cansaron de que la banda saqueara las tumbas, y pues al esconderlas, pues al menos se la ponían más difícil a los ladrones. (Spoiler Alert: no funcionó)
El periodo en que se puso de moda hacerse una tumba en el Valle de los Reyes, duró como 900 años, y pues después de tanto tiempo perfeccionaron mucho la técnica.
Primero vieron que las tumbas se inundaban, así que fueron inclinando los túneles para que se fuera el agua, e incluso le metieron drenajes (!), los túneles de drenaje también servían para meter toda la mueblería y tesoros a las tumbas y así mantener en secreto la ubicación. También está muy impresionante la ingeniería y construcción de las tumbas, uno ve columnas y bóvedas para soportar el peso, tal y como lo dictan los cánones de la ingeniería. Además si tomamos en cuenta que todo esto lo hacían solo con un cincel y herramientas súper simples, pues es un proyecto enorme. Se necesitaban miles de personas coordinadas, con todos los servicios colaterales como vivienda y sustento, por periodos de 10 años por tumba. Esas si son obras, la línea 12 ¿que?
Al llegar al Valle, nuestra guía (Shimaa) nos contó todo el dramón mitológico del dios Ra, y sus hijos, Osiris y Seth. Y nos dio tips para identificar algunos elementos en los jeroglíficos. Nos tenía a todos más entretenidos y picados que con la serie de Luis Miguel, por que además de ser guía de turistas, historiadora, egiptología y arqueóloga, resultó ser una gran narradora.
El boleto para el Valle, incluye la visita de 3 tumbas. Si uno quiere visitar la de Tutankamon, hay que pagar extra. Aunque nos advirtió que era la más sin chiste, ya entrados en gastos, la pagamos.
Otra ventaja es que apenas desde hace unos meses ya dejan sacar fotos, solo es necesario pagar un permiso en la entrada y también nos dimos vuelo.
En la tumba de Tutankamon no dejan tomar fotos, pero la verdad ni falta hace, efectivamente es muy chiquita y muy simple. Dicen que como el faraón estaba tan joven cuando murió, no les dio tiempo de acabar una tumba completa. Ahora lo único qué hay adentro es la momia del faraón que es casi del tamaño de una barbie. Lo que sí estuvo padre es que justo la habíamos visto como parte del documental en el planetario de Alexandria, entonces la explicación a detalle la teníamos muy fresca. Además nos dijeron que todo lo que encontraron adentro estaba en el museo Del Cairo, que teníamos programado para unos días después.
Shimaa nos platicó que actualmente hay como 11 tumbas abiertas y van rolando el acceso al público. Pasamos junto a la tumba de Ramses II, que estaba cerrada por que al parecer hace unos años llovió muy fuerte, se inundó y se daño, y no la han vuelto a abrir al público.
También nos dice que es altamente probable que haya más tumbas sin descubrir, que es el sueño de todo egiptólogo, pero que los trabajos son muy cuidadosos y muy tardados, por que si hacen mal un hoyo, puede colapsar algo que ya exista.

Cool con Tut

Profanando tumbas

Es como leer los monitos

Salimos Del Valle de los Reyes a visitar el templo de Hatshepsut. Hatshepsut fue una faraona de las más cabronas. Resulta que era la esposa del faraón y se quedó viuda, las leyes decían que el heredero oficial debería ser el hijo, pero hasta que cumpliera 19/20 años, así que le tocó ser la Faraona interina, mientras el hijo crecía.
Todo mundo le tiró mala onda con la intención de arrebatarle el poder, pero ella aguantó vara. A tal grado que fue de las mejores reinas que tuvo Egipto. Ella se mandó esculpir su mausoleo en el costado de la montaña y la verdad le quedó muy impresionante.
Shimaa nos platicó que había trabajado como arqueóloga en el sitio, pero que el trabajo arqueológico es muy duro y muy ingrato.

Templo de Hatshepsut

Montaña esculpida

Horus > Sam Eagle

A estas alturas del día alguien había hecho enojar a Ra, yo sospecho que arañamos los 50 grados. Aunque tanto Shimaa como mis compañeros que viven el Medio Oriente me platicaron de la teoría conspiradora de que como a los gobiernos no les conviene que se sepan estas temperaturas, pues le paga a google y servicios meteorológicos para que publiquen siempre datos cuchareados.
Como sea, problamente haya sido el calor más intenso que haya sentido en mi árida vida. Afortunadamente ya nos estaba esperando el vehículo con aire acondicionado, para llevarnos a comer ñam.
Camino a la comida hicimos una parada de 5 segundos a ver unas estatuas monumentales. La verdad estábamos tan cocinados que no tengo npi de quien eran ni por que. Nos bajamos para la foto, esquivamos vendedores y seguimos nuestro camino.
La comida estuvo bastante sabrosa, además de que nos llevaron a un lugar con wifi, platicamos muy agradable con Shima.
En algún punto del día, nos volvieron a llevar a una de esas tiendas trampas de turistas para vendernos souvenirs con sobreprecio. Hice paz conmigo mismo y compré algo sabiendo que a nuestra guía le iba a tocar su comisión. Bien merecida.
Nos despedimos de Shimaa muy agradecidos.
Ahí acabó nuestro tour por Luxor. El resto de la tarde tomamos siestas y lo pasamos en la alberca del hotel tomando cerveza muy a gusto y viendo otro atardecer en el Nilo.
Al otro día pasaron por nosotros para tomar el vuelo a nuestra última escala del viaje:Cairo.

Luxor – Parte 1

julio 05, 2018
La primera impresión del chofer fue buena, nos pusimos a platicar de futbol. Nos recogieron en una camioneta con más que espacio suficiente para todos y pues fuimos vegetando en el camino.  Creo que lo mejor de todo fue delegar la organizada y responsabilidad de los paseos.
Llegamos muy temprano al aeropuerto del Cairo y nos tomamos nuestro café para aguantar.
El vuelo de Cairo a Luxor, es de apenas 45 min, pero si uno trata de hacer el trayecto por tierra es un viaje de 15 horas!
Desde el aire la vista es un espectáculo, se ve el Nilo escoltado por franjas verdes en su ribera y luego el desierto hasta donde alcanza la vista.
En el aeropuerto de Luxor ya nos estaba esperando Mahmoud, de la agencia con la que reservamos el viaje.
La agencia resultó uno de los mejores aciertos. Cuando estaba buscando plan para ampliar las vacaciones, me metí a internet a hacer la investigación pertinente, en un punto estaba leyendo historias de horror en un foro de Lonely planet de nombre “Las peores experiencias con agencias de viajes en Egipto”. La idea era saber con quien NO debería de contratar. En el mar de historias y comentarios alguien mencionó que había tenido muy buena experiencia con Luxor & Aswan Travel. Los investigué y les pedí una cotización, en cosa de minutos me contestaron y se pusieron a mis órdenes. Respondieron todas mis preguntas y se adaptaron a todas mis necesidades. Incluso organizando el transporte Alejandría-Cairo a la mitad de la noche.

¡Sonrie! Ya llegamos

Nos recibieron con nuestro transporte listo con aire acondicionado, agua y snacks. Hicimos una escala para recoger a nuestra guía y nos llevaron directamente a nuestra primer parada el Templo de Karnak.
3000 años de historia en tu cara. Me abrumó hasta la lágrima. La guía nos fue explicando cómo el templo daba directamente al Nilo en época de marea alta hasta que construyeron una presa para contener al rio, o como el templo representa el viaje del sol desde el alba hasta el ocaso, o las marcas y grafito que hicieron las tropas napoleonicas y el nivel de la arena que cubría el templo en ese momento, o los cambios en la decoración que había hecho el naco de Alejandro Magno cuando tuvo chance.
También nos platicó las mañas de Ramses II, que le encantaba ir a templos y obras de otros faraones, rayar el nombre y poner el suyo. Por eso es de los más famosos y populares.
Y después de la explicación nos dio tiempo para vagar por su laberinto de columnas, esfinges y obeliscos para maravillarnos y tomar fotos. Tan solo aquí se pagó cada peso de mi viaje.

Como lo vio en James Bond!

Mau es mi Karnak

Saliendo del templo nos llevaron a una de esas tiendas para turistas donde te explican el proceso de la artesanía y luego se la quieren ensartar al incauto por precios exagerados. En esta tienda nos explicaron cómo es que se hace el papiro, lo cual estuvo bastante interesante. El problema es que si uno quería comprar algo, pues tenía que ser a fuerzas con motivos egipcios. No me vi colgando nada de eso en mi casa. Tambien, en el colmo de la ñerez, uso de los cuadros brillaban en la oscuridad. No me ofendió que me quisieran ver la cara de turista (lo cual soy y me acepto), lo que me ofendió fue más bien el mal gusto.
La siguiente parada fue el templo de Luxor, que está A 3 km del templo de Karnak. En la antigüedad ambos lugares se conectaban con una avenida con cientos de esfinges de cada lado y, lo que está haciendo el gobierno egipcio es expropiar todas las propiedades que ocupan ese espacio para restaurar la avenida. Dicen que lo van a acabar en unos meses y si, se ve que va a quedar muy impresionante.
El templo de Luxor, no es tan grande como el de Karnak, pero no por eso es menos imponente. Supuestamente era para gente más importante y VIP, pero las bonito de este lugar, es que como iba llegando la banda internacional a invadir Egipto, pues iban reciclando el lugar para el rezo según la moda. En el lugar actualmente hay una mezquita, y además se ven clarísimos pedazos griegos, romanos, y cristianos, además de las impresionantes estructuras egipcias.
Para estas alturas del día, el lugar estaba prácticamente vacío, lo cual estaba padre a la hora de las fotos. Le pregunté a la guía al respecto, yo me imaginé que todos estaban más bien en Karnak, que es un lugar más importante/popular. Me dijo que más bien que era por que éramos los únicos tontos que estaban al aire libre al mediodía con la temperatura arriba de 40 grados. Me cayo el veinte junto con la ira de Ra y terminamos la visita para irnos a almorzar.

Templo de luxor

Luxor es una ciudad de poco menos de un millón de habitantes y que sus principales actividades son el turismo y la agricultura. Mucha de la producción de frutas y vegetales para el sur de Egipto sale de aquí, sobretodo caña de azúcar. Y además es un pueblo muuuuy bonito, verde, limpio y ordenado. Ahora tengo claro que nuestra visita a Alejandría nos sirvió como referencia y para aquilatar lo bonito que es este lugar.

Fuimos a comer a un lugar de comida tradicional egipcia, que estaba bastante buena. Nada muy distinto ni muy aventurado.
Después de la comida nos dejaron en el hotel para registrarnos, relajarnos y prepararnos para nuestra actividad de la tarde.
El hotel fue otra agradable sorpresa, un lugar muy bonito, con habitación con vista al Nilo increíble.
La parada nos hizo muy bien a todos que debido a la mega desmañada, andábamos algo disminuidos. Pero nada que una siesta no pueda arreglar.
Ya por la tarde, la actividad fue un paseito en lancha por el río Nilo. Originalmente estaba marcado en el itinerario una Feluca, que es un velero de los de por acá. Pero por supuesta comodidad nos la cambiaron x una lancha de motor muy folclórica.
El pasea ha sido otro de los highlights del viaje, con un atardecer espectacular como solo África sabe dar.
Un detalle muy especial, fue que a mitad del paseo sacaron un pastel para cerrar el cumpleaños de Alice. Detallazo.

Cumpleaños en el Nilo

De la serie: Atardeceres para ponerse de malas.

Acabamos el día cenando en el hotel en una sesión de pizza, plática y cervezas de lo más sabroso.

Alejandria – Parte 2

julio 04, 2018
Como el día anterior había sido un día algo intenso, y por que ya estamos viejos, decidimos bajarle dos rayitas y levantarnos un poco más tarde. Con alegre calma desayunamos y nos fuimos al sitio arqueológico del anfiteatro Romano.
Según el internet, las ruinas romanas son poco populares en Egipto y pues las ningunean. Y si bien no son súper espectaculares me gustaron mucho por que finalmente representan lo cosmopolita que fue esta ciudad hace 2000 años.

Ruinas Romanash

El pensador

Hace ya varios años, tuve una fase en mi ñoñez donde me dio por investigar sobre el mundo antiguo y me fascinó la situación de Alejandría, un puerto muy importante comercialmente pero además el centro cultural y científico de la humanidad durante 700 años. Egipcios, griegos, turcos, romanos, persas y demás se encargaron de convivir y cosmopolitizar este lugar y Me dieron muchas ganas de conocerlo.
En ese entonces contacté a mi agente de viajes y le dije que quería conocer Alejandría (Alex para los cuates). Me puso cara de incredulidad y me contestó “¿Como por que?”. Aunque no creo que le haya convencido mucho mi explicación, acabó organizándome un Tour que incluía a Turquía, Grecia y otros lugares así. Corría el año de 2011, y justo en medio de la planeación, ¡zas! Se vino la revolución y la famosa Primavera Arabe.
Tuve que cambiar mis planes y cambiar mi destino (spoiler alert: me fui a China).
Por eso, ahora que tuve la oportunidad de visitar Egipto, recordé mi capricho de hace unos años y no dudé de poner a Alex en el itinerario.
Alejandría está a 200 km del Cairo, sobre el mediterráneo. Es un puerto muy activo e importante y la segunda ciudad más grande de Egipto.
La fundó Alejandro Magno hace 2300 años, tuvo un faro que dicen que estaba muy perrón y fue la hogar de Cleopatra, la última Faraón Egipcia.
El chofer que nos trajo desde el aeropuerto del Cairo, nos dijo que probablemente iba a haber bastante gente, por que la gente de Cairo la usa mucho para vacacionar.
El tema es que a pesar de todo el peso histórico que tiene la ciudad, no la sentí para nada amigable con el turista. La ciudad, por ejemplo, de 2000 años para acá ha crecido por encima su historia. Hay muy pocos sitios arqueológicos y no fue sino hasta el siglo pasado que empezaron a hacer arqueología submarina buscando restos del faro y del palacio de Cleopatra. También, en uno de los varios documentales que vi antes de venir, se me hizo muy curioso que los arqueólogos andan cazando construcciones para ver si encuentran algo, y pues no les hace mucha gracia a los constructores de multidepartamentos frente al mediterráneo.
Siento que la ciudad está muy satisfecha siendo un puerto, y que eso le deja todo lo que necesita, y eso de la arqueología se lo guardan para otros lugares de Egipto más visitados. Pero tampoco soy experto, apenas llevo dos días aquí.
Entre eso y que la ciudad está más bien feíta, me queda muy clara la cara de incredulidad que hizo mi agente de viajes hace 7 años. La ciudad cambió en los últimos 20 siglos y no se parece nada a una película de Amenabar. Aún así estoy muy contento de haberla visitado y algo apenado con los pobres inocentes que me acompañaron.

Pero tiene bonitos sentimientos

La ciudad no se afea si tus calzones son bonitos

Pero bueno, después de la ruinas griegas regresamos a la biblioteca, por que resulta que además tiene un planetario y el día anterior no pudimos conseguir entradas. La función fue, apropiadamente, las estrellas de los faraones y pues hablan de cómo los egipcios interpretaban la bóveda celeste cuando no tenían internet que les quitara el tiempo. La verdad estuvo buenísimo.
Después de la función fuimos a comer a un lugar de Pescados y cocina mediterránea, con una vista sabrosísima a la bahía.
La siguiente parada estaba programada para que fuera a ser el museo nacional de Alejandría, aunque parte del contingente estaba un poco escéptico y se estaba debatiendo en separarnos y otros regresar al hotel.
Los elementos de duda eran que, se nos había hecho un poco tarde y le quedaba poco tiempo de abierto al museo, además que después de los puntos “turísticos” que ya habíamos visto, las expectativas para el museo estaban bastante bajas.
Decidimos pedir el Uber y hacer primero una escala en el museo, y dependiendo de cómo se viera la situación separar el contingente o no.
Hablando de la logística del viaje, la parte de Alejandría fue la única donde no contratamos Tour guiado. Teniendo los puntos claros de lo que queríamos visitar y habiendo Uber, pensaba que íbamos a poder librarla. La mayor parte de las veces tuvimos suerte, ya que los choferes hablaban el suficiente inglés para entendernos o eran diestros con la tecnología y el GPS y el App era todo lo qué necesitamos.
Por supuesto hubo la excepción.
El chofer que nos recogió para hacer la parada doble, no hablaba ni una palabra de inglés y  averiguamos a la mala que tampoco sabía usar muy bien su app.
La sospecha fue cuando de inicio nos quería llevar al hotel, y tratamos de explicarle que primero era el museo y luego el hotel. Por un momento pareció entender, pero luego vimos que no estaba siguiendo su GPS y nos estaba llevando por otro lado.
Las calles de Alejandría son como una mezcla de 16 de septiembre en el centro y lo más gacho del Estado de México, así que bajarse a la brava tampoco era opción. Otra vez tuvimos un intercambio de dígalo con mímica para tratarle de hacer entender a donde íbamos, el tipo asintió como si entendiera, pero seguía sin seguir el GPS. El colmo fue cuando se detuvo a preguntarle a un ruletero egipcio, alcanzamos a oír el nombre del hotel. En frustración y ya con el tiempo que había transcurrido, decidimos abandonar el intento de ir al museo y conformarnos con salir vivos o al menos con nuestros órganos internos intactos.
Intentamos hablarle al amigo egipcio de Luis con el que habíamos cenado pero nos mandó a buzón. Finalmente en un esfuerzo que ya quisiera la ONU para resolver conflictos en la zona, logramos darle direcciones para llegar a salvo a nuestro hotel.
Con media tarde aún por delante pedimos unas cervezas en el lobby y vimos un rato del Suiza-Suecia. Al terminar el juego nos fuimos a relajar un rato, ya que en la madrugada nos recogerían para llevarnos de nuevo al aeropuerto del Cairo y a nuestro siguiente destino.
Por la noche, viendo lo bien que nos había salido la ida al súper el día anterior, nos volvimos a subir al shuttle del hotel… pero para ir a cenar a un restaurante que habíamos visto junto al centro comercial. Cenamos muy rico y agradable mientras vimos el Colombia-Inglaterra.(Me gustan los horarios  de los juegos en este continente).
En el restaurante la mayoría de los comensales vitoreaban a Colombia, sospechamos que era por un resentimiento anti-británico arraigado.
Acabando el juego nos regresamos al hotel, a prepararnos para que pasaran por nosotros.

Comida mediterránea

Brindando por las colaboraciones internacionales

Alejandría -Parte 1

julio 02, 2018

Después del desayuno mi cuerpo agarró un poco más la onda y caí dormido el resto de la mañana. Me desperté justo a tiempo para el juego de España que vimos en el Bar del hotel. La mayoría apoyaba a los Rusos, menos un español que conocimos que estaba ahí por chamba, e incluso el estaba pesimista.

Durante el juego llegó Ahmed que era un conocido de Luis originario de Alejandría y que estaba de vacaciones en su casa. Y nos llevo a cenar a un lugar egipcio.
Aquí fue cuando nos enteramos que el Hotel quedaba como a una hora del centro. M8 control freak interior (y exterior) se apachurró por la falla logística, pero nada que no tuviera remedio.
Fuimos a cenar a un lugar llamado “Carlos”, donde dejamos que Ahmed pidiera para toda la mesa. Primero trajeron un montón de platitos llenos de humus, jocoques, berejenas y untables con pan pita, luego trajeron Platón de arroz acompañado de algún caldo verde y viscoso que estaba más rico de lo que suena. De plazo fuerte nos trajeron 2 anafre con variedad de carnes muy sabrosas, y finalmente compartimos postres y té. Muy rica la cena y muy amena la charla. El anfitrión nos puso en un auto de vuelta al hotel y nos metimos al sobre.
Al otro día empezó después de un fix informativo para enterarnos del chisme electoral, empezamos nuestro turismo en forma. Llegamos temprano a la citadel, que es un fuerte tipo San Juan de Ulua. El Fuerte fue construido por ahí del 1400 justo en lugar donde estaba el famoso y maravilloso Faro, que para entones ya estaba más bien fundido.
Como fue día de juego de Mexico íbamos enfundados en nuestras camisetas de la selección y más de una vez la gente nos paró para desearnos buena suerte en el juego de la tarde. El mundo unido por un balón indeed.

Skyline Alejandrino y Biblioteca

Mau en la citadel

Impresionanti

Después del fuerte nos fuimos a la biblioteca de Alejandría, que no es la que se quemó, sino una nueva versión que se aventó el gobierno egipcio desde el 2002. La librería tiene espacio para 5 millones de libros y apenas llevan como 2.4 millones. También tienen un acervo y un proyecto de digitalización muy ambicioso. además de que tiene varios museos y un platanario.
Nos paseamos por algunas salas de los museos, con especial énfasis en una con planos y litografías de la ciudad de Alejandía, incluídos algunos modelos de cómo suponen que era el faro. Otra sala tenía exhibidos manuscritos antiguos varios. El más viejo tenía 1100 años. También había varios facsímiles (por no decir copias) de otros manuscritos, como papiros del antiguo Egipto, biblia de Gutemberg, y algunos de matemáticas árabes que estoy casi seguro que eran las primeras ediciones del Baldor.
La parte triste es que junto a las copias había plaquitas, que decían que el original lo tenían en Londres, Austria, Paris, etc. Y ps si está gacho que los locales no tengan el documento bueno en casa.
Pasamos al área de lectura y entre la banda estudiante que hacía tareas, me logré hacer de una terminal para explorar el catálogo. Ahí estaba yo, dispuesto a explorar los millones de libros para ver qué escritores mexicanos encontraba, que autores de ciencia ficción, terror, o textos raros podía encontrar, y lleno de emoción empecé a teclear puros caracteres arábigos ininteligibles 🙁
Antes de que me diera tiempo de buscar un teclado occidentalizado, vimos que era hora de irnos a buscar un lugar para ver el juego.

Alice y Mau en la Biblioteca

 Después de un par de intentos en un lugar que se veía de mala muerte y otro que no tenía TV, llegamos en Safe a una cafetería muy simple pero con TV que era lo único que nos importaba. No había mucha gente y los meseros nos vieron de variedad. Comimos simple pero rico y pasamos el mal rato del juego 🙁
Después de comer, nos pedimos el Uber para el hotel, y haciendo planes de que hacer de nuestra tarde decidimos aprovechar el servicio de Shuttle de cortesía… al supermercado.
He de decir que me divierte mucho hacer súper en países ajenos, las diferencias en lo mundano le da mucho sabor a viajar. Todavía nos dio tiempo de ver el dramático final del Bélgica-Japón antes de devolvernos al hotel para caer rendidos.

Gracias a Alá por el pachoncito

Egipto I

julio 01, 2018

Salí de León en un vuelo de media mañana con toda calma. Desayuné tranquilo en el aeropuerto mientras transmitían la repetición del España-Portugal, que sin duda ha sido uno de los mejores juegos de este mundial. Me volví a emocionar al verlo. En la mesa junto a mi había dos mujeres que también se emocionaban cada que había un gol, pero por sus comentarios estoy seguro que no sabían que era una repetición.

Ya en la CDMX todavía me dio tiempo de hacer algunos trámites que tenía pendientes, llenar mi quiniela para la segunda parte del mundial y comer con mi familia muy a gusto y muy sabroso. Life is good.
Viaje por Alitalia al Cairo vía Roma. Cuando compré mi boleto la aerolínea me ofreció su alternativa de subastar un upgrade. Es decir, en vez de pagar los boletos a precios obscenos y prohibitivos de Business class, uno hace una apuesta y si 24 hrs antes hay lugares disponibles pues los van repartiendo conforme más hayan apostado. De ida me avisaron que nanay, que me iba como pobre por que el vuelo iba lleno, y pues si optodimoder.
El vuelo no estuvo bonito, 11 horas medio dormido y medio no.
Alice, Michelle y Luis (amigo de Michelle) todos viajamos en vuelos diferentes, y nos manteníamos en contacto entre conexiones. Alice, por ejemplo, tenía la idea de viajar a Roma (la ciudad, no el jabón) vía Madrid, llegar 12 horas antes que yo, y pasar un día de paseo Romano.  Pero cuando uno viaja de stand by, los planes son impredecibles. Resultó que no se pudo subir al vuelo tempranero que ella esperaba y la mandaron hasta el siguiente.
Michelle viajó al Cairo desde Doha vía Beirut, y Luis vía Amman. Parecíamos un capítulo de Amazing Race.
Cuando llegué al aeropuerto de Roma, ya tenía 100 mensajes con actualizaciones. Alice había llegado a Roma, y Michelle y Luis ya estaban en Egipto, pero camino del Cairo a Alejandría, al transporte que habían contratado se le descompuso el auto y los había dejado tirados en medio del desierto, seguí leyendo y me encontré con un desenlace feliz en el que ya habían llegado a Alejandría. Inmediatamente después revisé el resultado del juego Francia-Argentina y me enteré que el final no había sido tan Feliz para Messi y los suyos.
Mi plan para el aeropuerto de Roma era buscarme un lugar donde comer algo y ver el Uruguay-Portugal mientras salía el vuelo a Cairo. Me coordiné con Alice que estaba en otra Terminal de aeropuerto y nos enteramos que no había lugar en Roma donde se pudiera ver el juego por que SKY Italia en un desplante de ardor y coraje no compró los derechos de transmisión del mundial.(!)
Afortunadamente tenemos salud e internet y no fue difícil encontrar una transmisión Turca por el celular para ver cómo eliminaban a Cristiano Ronaldo de la copa.
El vuelo Roma-Cairo fue de tres horas, y también iba atascado. Llegamos como a la 1am hora local, y se nos hizo buena idea comprar moneda local. El tipo de cambio está bastante amable para la conversión: 1 libra egipcia cuesta 1.11 pesos mexicanos.
Saliendo del aeropuerto ya nos esperaba un egipcio con mi nombre en un cartón  para llevarnos a Alejandría. En el camino atravesamos Cairo y Giza que están pegadas, solo separadas por el río Nilo, así como la colonia portales y la campestre divididas por el Río Churubusco, guardando las debidas proporciones.
Lo bueno es que a las 3 a.m. No había tráfico y pasamos por el centro muy fluido, lo malo es que pues justamente tampoco había mucho que ver a esa hora, me la pasé buscando la sombra de las pirámides, pero estaba muy oscuro como para ver algo.
Todo el camino nos fuimos platicando y nos agarró el amanecer. Llegamos al hotel en Alejandría como a las 6 a.m. y nos reportamos con Michelle para quedar para desayunar. Trate de dormir un poco pero mi cuerpo no había estado tan confundido desde la pubertad, y aunque tenía más de 24 hrs continuas de viaje no pude pegar el ojo.
En el desayuno acordamos que el día de hoy sería de contemplación y relax y de una lucha pacífica contra el jetlag. También acordamos de los lugares que vamos a visitar en Alejandría donde el turismo corre por nuestra cuenta.
Dicen que lo importante no es el destino sino el viaje…