Hablando de sueños
Por alguna razón estaba yo en Perisur, hace mucho que no iba por lo que estaba muy cambiado. Me había quedado de ver con mis amigos del HJC a comer en el Sanborn´s, llegué y no encontré a nadie de ese grupo, pero estaba mi primo Adrián sentado con una mujer muy alta y una enorme (enorme) cabellera rizada. Al pasar junto a él, no me notaba y mi primer instinto fue irme sin saludar a Adrián a buscar a mis amigos, ya que el no estaba invitado y evitarme un conflicto en caso de que quisiera venir. Casi al salir me arrepentí y lo saludé, el me saludo y no me dio mucha importancia, conversamos, supongo que de familia, no me acuerdo bien. Me despedí de el y me di cuenta que había unas escaleras hacia un segundo piso, así que las subí y ahí estaban Daniel, Jorge y una mujer que no reconocí pero supuse que era la esposa de Ives que no conozco, luego llegaron Mario y Alonso.
Daniel le regalaba a la supuesta esposa de Ives una empanada en forma de moño navideño que estaba en un folder amarillo dentro de mi carpeta verde que use en la escuela.
De ahí es cuando el sueño se puso chido, estaba platicando con dos ancianas que eran la madre y la tía de Paulie el personaje de los Soprano. Las dos ancianas eran bastante molestas, así que cuando llegó Paulie se lo dije y el estuvo de acuerdo conmigo y en ese momento decidió irse a vivir a otro lado. El se sentía culpable por dejar sola a su madre, pero al mismo tiempo no la aguantaba y no podía quedarse a vivir ahí, ya que el lugar aparte estaba bastante feo. Yo le decía que no había problema, que ya había visto episodios posteriores de los soprano (Apenas estabamos en la segunda temporada) y sabía que su madre se iba a poner contenta cuando le cambiara el piso a su casa. Así que muy emocionados nos fuimos a comprar adoquines para el piso. En el camino iba pensando si era conveniente decirle también que su mamá moría en ese mismo capítulo y después de pensarlo mucho, se lo dije, y se soltó a llorar, yo lloré con él.
Cuando regresamos a su casa, ya estaba la madre en su cama adornada como Sara García en Mecánica Nacional y mucha gente alrededor llorándola, incluidos mis amigos del HJC y varios personajes de la serie.
Pero sabíamos que no estaba muerta, que lo único que estaba haciendo era fingir, y solo ella Paulie y yo lo sabíamos, así que nos pusimos a comer la empanada en forma de moño navideño. Una vez que se fueron todos nos quedamos muy contentos por que el adoquín se veía muy bien en el cuarto de la señora.
¿A que le atribuyo mi sueño?
A que antes de dormir me aventé un episodio de Los Soprano y ah! como me gusta esa serie.
Cualquier otra semejanza con la madre de alguien que le quiere cambiar el piso a su casa, o su hijo que se quiere ir a vivir a otro lado es mera coincidencia.
Dream On.