Domingo en la noche: el mejor momento para postear. El momento en que estoy mas vulnerable.
El sábado no tenía muchas ganas de ir al concierto de Fobia, pero no tenía nada mejor que hacer y no se por que ya había comprado el boleto.
Ya en el Metropolitan ,que por cierto es un gran lugar, tomé una actitud cool- mamona, me gasté mas en alcohol que en el boleto, me supe menos canciones de las que esperaba y nos fuimos temprano, evitando tumultos.
Ya encarrerados Emilio sugirió ir al Alexander’s, aquel bar tan chido en Tex. A la voz de chinguesumadre, fuimos al lugar, solo para corroborar que es grande, si no estuviera tan lejos, ya hasta sabrían mi nombre. De ahí, saltamos a un par de antros al azar, donde el alcohol, la soledad y las mujeres alrededor, se mezclaron y acabaron la diversión. Me quedé en casa de Emilio. Y a mitad de la noche, una escena similar a la de John Candy y Steve Martín (…esas no son dos almohadas…), me perturbó mucho. Apenas recobré el conocimiento y salí por patas. De no haber bebido tanto, me cae que hubiera habido madrazos.