El tiempo blog es extraño, casí tanto como el tiempo real. Cuando alguno de los que leo con frecuencia no son actualizados en un par de días, parecen abandonados. Pronto dejan de aparecer nuevos tags y se siente como que pasa una eternidad entre posts.
Es diferente cuando es mi blog, simplemente he estado muy ocupado o poco creativo o simplemente sin ganas de postear, ese tiempo pasa mas rapido. Como cuando uno pasan la misma hora en diferentes circunstancias, formado afuera de la oficina de control vehicular esperando a renovar la licencia o cuando estas en una platica con gente agradable. Me pregunto si habrá teorías físicas que expliquen este fenómeno. Sin duda el dicho «Time flies when you’re having fun» es cierto, aunque no sabría si decir lo mismo del otro que dice «Time’s fun when you’re having flies»
Este fin de semana por ejemplo se fue mucho mas rápido que el anterior, que estuve encerrado en tremendo threesome entre mi oreja, su dolor y yo.
El viernes salí temprano de la oficina debido a que están haciendo una remodelación. «Donde caben 50 caben 70» dicen, así que se mandó un comunicado que decía que todos los de mi piso podríamos apagar nuestras maquinas e irnos a las 3.
Así que a la 1, a las 2 y a las 3… me fui.
No hice mucho esa tarde, medio leí, medio vi la tele y medio me hice güey.
El sábado pase temprano por Huicho y nos fuimos a jugar a La Pirámide. Luego, antes de ir a la despedida de Andrés pase a una librería, quería comprar Una breve historia del Tiempo y regalárselo, lo estoy leyendo y creo que lo va a disfrutar. Oh! desilusión cuando saco el libro del celofán para dedicarlo y me encuentro con que lo que me vendieron es una especie de complemento del libro. Lo que me cagó es que en ningún lugar de la portada eso quede claro y no te das cuenta hasta que lo compras. Cheil!
Pero bueno, llegué a casa de Mate después de pasar por una botella de Vodka al super. Originalmente había pensado llevarme el Absolut de 1 lt que Vero me trajo del Duty free por 12dlls, pero luego me acordé que era una fiesta de Andrés donde seguramente se iba a tomar lo que Armando, El Güero, el conta y yo nos aventamos en una hora. Así que mejor me la guardo todavía.
Como siempre fui el primero en llegar, generalmente es incomodo, pero me siento tan a gusto en esa casa que efectivamente me siento como en la mía, poco a poco llegaron invitados, unos extraños otros viejos y buenos amigos estuvo bien aunque faltaron algunos, René, que tuvo problemas con su hijo, Gaby Montealegre, que me hubiera dado gusto verla, en fin.
Así paso un rato, entre anécdotas de ambulancias, canapés salidos de una revista, estilos de corte de pastel y un disco de Coldplay que se repitió al menos 4 veces.
Entre los invitados esta la famosa Mary, dícese la mejor amiga de Adriana quien recién acababa el Laura Ivonne Issue, me quería presentar, yo no me deje entonces. Pero después lo pensé mucho y llegué a la conclusión que el hecho de que Adriana me quisiera presentar a su mejor amiga era un buen cumplido, en teoría un mejor amigo es alguien a quien estimas y no le recomendarías a cualquiera, siempre me quede con esa inquietud, pero ayer llegó con galán y pues bueno vale madres, pero lo que me desencantó es que luego me enteré que Adriana le quiere arreglar a quien se deje con su amiga, pero bueno.
Después de un rato políticamente aceptable, los invitados se empezaron a ir y como fichas de Dominó se va uno y se van todos. Quedamos los de siempre y algunos mas, ya en platica mas a gusto, sobrevivimos al final en un Fix the world / ¿Por qué estamos aquí? Mi primo, Andrés y Adriana y Yo. Llegué como a las 5 a casa, decidido a no tocar mas ese tema.
Hoy me desperté al grito de Guerra, al de zas! Y al olor de pambazos. Dominique e Iliana estaban aquí y me costó trabajo mantener mi jeta de Domingo en la mañana. Hasta sonreí.
Vi aquella película del proyecto Manhattan «Little Boy, Fat Man» (o algo así), al mismo tiempo que el juego América – Atlas, y Jets de Nueva York vs Delfines de Miami. Luego Vino Kike, jugamos un poco, cenamos y mi domingo acabo con la usual combinación de Pink Floyd y lavado de trastes.