Traigo una tos de perro…
Archivos de julio, 2005
Eso significa volver a entrevistar gente y hacer trámites de contratación. A ver que tal me sale el nuevo elemento.
Uno de los problemas que tengo con mis muchachos (Muchachos, ja! semejantes baquetones) es que no se hablan. Apenas se saludan y no se si por educación o por inercia. Se que no necesariamente tienen que ser mejores amigos ni nada por el estilo, pero pues nada de nada, ni el comentario jocoso, ni quien salió de La Academia, no creo que ni siquiera hablen mal de mi cuando no estoy. Cheil!.
¿ Será tema de liderazgo?, ¿o mas bien debo de ir aceptando que uno es medio lento y la otra medio neuras y de plano no combinan?. Es raro.
Cada quien tiene responsabilidades distintas y en teoría no tendrían por que convivir, pero igual se sientan espalda con espalda. A esas alturas ya uno platica por inercia ¿no?.
Alguna vez pensé que salieramos los tres a comer, pero no me he atrevido a invitarlos. Me da hueva el silencio incómodo y tener que estar de catalizador social.
Estoy a punto de dejarles un trabajo juntos a ver como funcionan, lo peor que puede pasar es que no lleguen a ningun acuerdo y no hagan nada, aunque igual ya los estoy viendo preguntandome acerca del trabajo otro.
Ya veremos
Zombies en el DF – 1
Interior – Recámara
Una muchacha Joven (Laura) asiste a otra (Gabriela) a vestirse. Es sábado, es la Boda de Gabriela y se está poniendo el vestido de novia.
Las dos tienen una conversación banal, sobre la comida del salón (que va a ser crema de champiñones y pollo, por que Jorge, el novio, ya no podía pagar mas), sobre la hora en la que sale el vuelo a Miami para tomar el crucero de luna de miel, que si el novio de Laura no se quiere casar, y demás jaladas de esas.
Los padres de Gabriela interrumpen para decir que van a pasar por Severina, la bisabuela de 102 años para llevarla a la boda, pero que el chofer en el auto antiguo con moñotes blancos acaba de llegar y la va a llevar a la iglesia. Laura se despide, tiene que pasar por su novio y se verán en la fiesta.
Gabriela se sube al coche donde el chofer le trata de hacer plática, el le mira el escote por el retrovisor, ella se incomoda. No desea platicar. (Esta escena se aprovecha para mostrar Landmarks de la ciudad de México). La vía principal esta muy congestionada «Es sábado al medio día, no es raro», piensa el chofer. Toman una ruta alterna y las calles estan totalmente desiertas. En una de las escenas se ve al auto en segundo plano atravesar una calle, y en primer plano hay un Taxi ecológico volteado y en llamas.
Al fin llegan a la iglesia, no hay nadie en el atrio para recibirla. Gabriela esperan un rato en el auto y no pasa nada. Ella usa su celular para hablarle a sus papás. Nadie contesta. Se baja desesperada y entra a la iglesia, (esta escena debe ser algo lenta y con música de suspenso, para que amarre). La iglesía esta vacía, ella no sabe que hacer o pensar, «¿Me habré equivocado de iglesia?». Junto al Altar se ve un hombre de Tuxedo de espaldas. «¿Jorge?», pregunta ella mientras se acerca. «Jorge, ¿que pasó? ¿dónde estan todos? ¿Por que no me contestas?», una vez que esta lo suficientemente cerca, Jorge voltea, y efectivamente, Jorge es un zombie.
Los dos forcejean unos momentos, Gabriela está aterrorizada y actúa como una mujer histérica en película de zombies actúa, grita y no piensa. De repente algo golpea la cabeza de Jorge-Zombie, es el chofer del auto de novia con un púlpito de la iglesia (o cualquier otra cosa pesada que se encuentra a la mano). «Vámonos, rápido», le dice, pero ella en su papel de vieja-histerica-en-pelicula-de-zombies, se resiste, grita, llora y desespera a la audiencia.
Aquí es cuando los invitados comienzan a entrar a la iglesia, todos zombies por supuesto, y empiezan a rodear a la pareja. Entre la multitud podemos identificar a los padres de Gabriela y a la Bisabuela de 102 años. Todos con mirada diabolica, llagas en la cara y dientes negros (zombies pues!)
También llega Laura, la amiga, acompañada de su novio a quien viene cagando el palo por algo, (¿Ya ves?, ya llegamos tarde, pero no fuera el superbowl…). Por venir discutiendo, no reparan en que toda la gente de su alrededor son zombies y son atacados, mordidos y comidos por la zombisa.
El chofer del auto, por fin logra hacer que Gabriela lo acompañe y suben al auto perseguidos por una horda de zombies.
Una vez en el auto sigue lo usual, se preguntan que pasa, encienden la radio, y en la única estación que recibe señal solo narran el caos, nadie sabe que es lo que esta pasando…
El tiempo vuela cuando uno se divierte
Así sin anestesia pasó un trimestre de 3 meses (hay algunos de 2 pero salen mas chafas) de que me inscribí a la Maestría. Y pues no estuvo tan tranquilo como esperaba, por alguna razón sobrenatural me costó mas trabajo que lo acostumbrado. Pero la libré, pasé un propedéutico de contabilidad (que no cambio mi idea hacia la contabilidad, sigo creyendo que esta en el Top 10 de lo mas horrible del mundo – justo después del cigarro – ) y un curso de Derecho que resulto estar algo interesante.
Así como si nada tuve que desembolsar otro ramalazo de inscripción y así como si nada en el trabajo se siguen haciendo que la virgen les habla. Cheil! Ya ando buscando otro trabajo donde si me alcahueteen mis estudios.
(Pero bueno, trataré de acabar este post sin quejarme de mas, voy a tratar de bajarle al mood de queja.)
Algo que me tiene contento es que el fin de semana llamó mi tío diciendo que ya tiene mi Lap nueva, una chulada de Vaio que llegará del Gabo en cosa de un mes.
El fin de semana el Verde me invitó a ver la Joya cinematográfica «La Mara Salvatrucha vs los Cholos», y entre otras cosas platicamos cómo funcionaría una película de Zombies en el DF, igual y escribo algo.
Creo que un factor necesario en una película de zombies, es el descontrol que causa ver una infestación de Zombies sin mayor explicación. Por lo que la ecena del primer encuentro con los zombies debe ser muy bien pensada.
Sábado…
Durante toda la semana venir a la oficina en sábado pareció una buena idea. «Podría adelantar trabajo sin que nadie me inerrumpiera» pensé. Ttzzzzt (chicharra de: Equivocado!).
Al entrar al piso hay 5 trabajadores de limpieza, una pulidora y un radio con la Ke-Buena. Pulen, limpian y discuten si su supervisora adelanta su ‘reloc’ 15 minutos por la mañana por que le da un placer malasano regañarlos.
Cheil! Me es imposible concentrar, llevo ya casi una hora y no he hecho nada productivo en absoluto.
Encima me di cuenta que dejé mi cuaderno con notas que necesitaba para hacer el tema urgente que me trajo aquí in the first place, en el coche de un compañero de la oficina, y no lo veré hasta el Lunes.
Ya me estoy convenciendo a mi mismo que lo peor que puedo hacer por mi humor en un día de descanso es venir al trabajo a estresarme mas.
No se en que estoy pensando, incluso mi jefa me dijo ayer, «Mau, tómate el lunes, te veo mal», no solo lo rechazé, sino que aqui estoy, en sábado. This is just not right.
mmmh…
Hay muy pocas excepciones de Gringos que me caen bien.
El asunto del timbre de Memín Pinguin le quitó la posibilidad a Jesse Jackson de entrar en esa categoría. (uuuuuuu)
Pinches gringos. Me caga que se den la autoridad moral de juzgar que esta bien y que esta mal, que es ofensivo y que no. Deberían empezar en Irak.
No estaría mal organizar una oleada de correo al Reverendo con puros timbres del Memín.