Hace poco mas de un año, después de ver una película de Zombies, trate de imaginarme como sería una experiencia zombie-apocalíptica situada en el DF. El Resultado fue este Post.
Siempre tuve la inetnción de continuarlo, pero nunca estaba lo suficientemente inspirado.
El día de Hoy, Salvador Leal hizo referencia a mi cuento zombie en éste post.
La inspiración llegó inmediata.
Esto ocurre un día antes…
Viernes. 8:30 pm
INTERIOR – EDIFICIO CORPORATIVO BANCARIO – TERCER PISO
Es viernes de quincena, el piso esta casi vacío. Hay 4 personas, Moisés y Nacho, ambos hombres de familia a mitad de sus 40’s, Mario, joven a principios de sus 30’s, separado con un hijo, y Liz, joven soltera en sus 20’s.
Nacho, se estira en su lugar acomoda sus cosas y se prepara para irse. «Bueno señores yo estaba con ustedes…» dice mientras recoge sus cosas. A pesar de que hay una manifestación post-electoral desde el medio día afuera de la oficina y el escándalo no ha bajado desde entonces, lo que le preocupa es ganarle a la lluvia, ya que el metro normalmente se va muy lento cuando llueve.
Liz está desesperada ya que su novio quedó de pasar por ella para ir a una fiesta. Habló con el hace casi 2 horas, dijo que iba un poco tarde, algo del tráfico por la manifestación y que ya llevaba ya mas de 30 minutos detenido antes del Ángel de la Independencia. Ella no le puso mucha atención pues todavía estaba arreglandose en el tocador de la oficina y pensando si su minifalda era demasiado corta. Una vez que estuvo lista, no pudo volver a comunicarse con su novio por teléfono.
Moisés continua trabajando, últimamente le han fallado algunos procesos por negligencia del área de sistemas. La bronca de hoy fue demasiado grande y demasiado estúpida, tuvo que quedarse a arreglar el problema y el responsable de sistemas tuvo el descaro de irse temprano. No ha tenido un buen día.
Mario tiene rato que cerró sus aplicaciones y guardó sus documentos. Aprovecha que Moisés le ofreció un aventón hasta su casa, el también vive por Texcoco y no le importa esperar.
Todas las mañanas en el trayecto Texcoco – Paseo de La Reforma medita que a pesar de las distancias, realmente disfruta su trabajo.
Mientras espera, aprovechando que no hay nadie pone música del servidor clandestino de MP3 a todo volumen, y platica con Liz.
Mario decide poner un paquete de palomitas de microondas en la cocineta, Moises dice que le falta poco y que en unos 30 min, deberá de estar listo el trabajo.
Después de unos minutos Liz se harta de esperar y decide irse a su casa en Taxi, ya no tiene ganas de fiesta, ese cabrón la va a oir. Presiona el botón del elevador.
INTERIOR – EDIFICIO CORPORATIVO BANCARIO – ELEVADOR – PLANTA BAJA
En el interior del elevador yace el cadaver sangriento de un hombre, el uniforme delata que es un elemento de vigilancia del edificio, los interiores de espejo del elevador estan manchados con sangre y señales de lucha.
Al llamado del tercer piso el elevador abre y cierra sus puertas golpeando la cabeza del hombre una y otra vez.
INTERIOR – EDIFICIO CORPORATIVO BANCARIO – TERCER PISO
Liz mira una vez mas su reloj y presiona varias veces el botón del elevador.
INTERIOR – EDIFICIO CORPORATIVO BANCARIO – ELEVADOR – PLANTA BAJA
Ya nada estorba.
Las puertas del elevador se cierran. Se alcanza a ver una silueta sangrienta de pie dentro del elevador.
INTERIOR – EDIFICIO CORPORATIVO BANCARIO – ELEVADOR – TERCER PISO
Se escucha la campana del elevador y el display muestra que ha llegado al tercer piso, Mario presiona el botón de «Start» del Horno de Microondas, las luces y la música se apagan simultaneamente.
Se escuha un grito: «¡NOOOOOO!, ¡no había guardado nada! ¡Siento que me voy!», Moisés mienta muchas madres.
«¿Que hiciste Mario?» Pregunta Liz cuando el display del elevador se apaga junto con el resto de la electricidad del edificio.
«¡Yo Nada!», contesta, «la luz se fue en toda la zona, mira afuera…»
En el exterior Todo esta oscuro. La única luz que ilumina el piso del edificio es la penumbra de la luna entrando por las ventanas. Se escucha alboroto popular.
«Han de haber sido esos cabrones» dice Moisés. «¡Aparte de grillos vándalos!, ¡llevan con su escándalo todo el día, ya ni se entiende lo que gritan, ni han de saber a que vinieron!. Como sea, ya estoy hastalamadre, vámonos Mario, ya mañana veré como resuelvo el pedo».
Liz Solicita que la acompañen para tomar el Taxi. Y se dirigen a la escalera de emergencia.
INTERIOR – EDIFICIO CORPORATIVO BANCARIO – ESCALERAS DE EMERGENCIA
Liz se siente muy incómoda, le pareció escuchar algo que se movía dentro del elevador, no dice nada. Las escaleras de emergencia siempre le han parecido medio escabrosas y sin luz su ansiedad aumenta.
Los tres bajan muy despacio, tomandose un poco de tiempo en los descansos de la escalera para ver si sus ojos se acostumbran a la oscuridad.
Al llegar al segundo piso el silencio se interrumpe. Se escucha un forcejeo del otro lado de la puerta e inmediatamente se abre, los tres se sobresaltan. Es Jesús de contabilidad que también se había quedado a trabajar tarde.
INTERIOR – EDIFICIO CORPORATIVO BANCARIO – PLANTA BAJA
La salida hacia el estacionamiento esta cerrada con llave. En el puesto de vigilancia no hay nadie deciden intentar salir por la entrada principal, hacia Paseo de la Reforma.
Mentras caminan por la planta baja usando sus teléfonos celulares para generar un poco de luz, no notan las marcas de sangre que hay en varias paredes del edificio. Varias de las macetas con plantas que acaban de poner estan tiradas o rotas, al parecer como señas de lucha o forcejeo.
La puerta principal del edificio es de vidrio y esta rota. «¡Méndigos Vándalos!» dice Mosiés quien se adelanta a ver los daños.
Del otro lado de los restos de la puerta, sobre Paseo de la Reforma, se alcanzan a ver siluetas de un tumulto. Las siluetas se iluminan por una tenue luz de color naranja que, Jesús el contador, pensó en un principio que eran las llamas de una fogata hecha por los manifestantes, pero al examinar la escena con mas cuidado descubre que el fuego viene de varios automóviles chocados. Se desconcierta.
EXTERIOR – AVENIDA DE LA REFORMA – GLORIETA DE COLON
Antes de la Avenida, sobre la acera, Jesús reconoce a una figura de espaldas. La figura esta de pie inmóvil, silenciosa, viendo a la multitud. LLeva audífonos blancos y una Mochila roja al hombro con el logo de la empresa.
Jesús se acerca y mientras le pone la mano en el hombro exclama: «¿Que pasó mi Nachito? ¿Que estalló la revolución, o que?»
Nacho voltea lentamente, mientras Moisés, Mario y Liz los observan a unos metros. Por un momento un fulgor de las llamas alcanza la cara de Nacho quien tiene la boca y barbilla manchada en sangre, heridas por toda la cara, la ropa desgarrada y los ojos con un color tan rojo que solo pueden reflejar rabia.
Incluso antes de que Jesús puediera sobresaltarse, Nacho ya había mordido su cuello y un chorro de sangre salia de una de sus arterias. En fracciones de segundo el undead Nacho ya esta sobre el cuerpo del Contador mordiendolo y arrancándole las vísceras.
Para ese momento, Liz ya lleva algunos segundos gritando y Mario esta a punto de abalanzarse sobre el Zombie, cuando Moisés lo dietene y le señala a la multitud de Zombies que ya se dirigen hacia ellos…