Archivos de noviembre, 2018

Roadtrip! – Vancouver

noviembre 18, 2018

De Seattle a Vancouver son poco menos de 3 horas manejando. Además del paisaje otoñal, el viaje estuvo súper tranquilo. Cruzar la frontera fue un trámite de 3 minutos, estos canadienses tan amables.

Aunque llegamos como al medio día, decidimos tomarnos un pequeño break a la semana intensa. Aproveche para escaparme a oootra tienda de juegos a ver qué se me pegaba.

Hace unos días en L.A, decidimos comer vietnamita por variedad, luego en San Francisco, lo que nos quedaba cerca del hotel era otro restaurante vietnamita, y resultó que en Vancouver, cruzando la calle del hotel, otro restaurante vietnamita nos esperaba. La lista de ciudades visitadas en este viaje, bien podría quedar como, Los Angeles, San Francisco, Portland, Seattle, Vancouver y Saigon.

Durante mi investigación de cosas que hacer en Vancouver, me encontré con una proyección de media noche del Rocky Horror Picture Show. Había leído algo sobre estas funciones y parecía divertido, así que compre boletos y luego le avise al grupo.
En general nadie sabía muy bien de qué se iba a tratar el show, sabíamos de la película, pero ninguno de nosotros la había visto completa, y por supuesto nos sabíamos el Baile del sapo por Timbiriche. Pero hasta ahí.
La experiencia fue de lo más divertido, el público animado, muchos en disfraces, los hosts muy chistosos y la película surreal, todo lo que yo esperaba.

Al día siguiente el clima no cooperó mucho y llovió todo el día, así que hicimos turismo bajo techo.

Fuimos primero a Science World, que es un museo de divulgación de ciencia del estilo de toca, juega y aprende. Nuestro primer interés era ver ver la función en la pantalla omnimax, que tenía una documental de Pandas. Nada para refrescar el alma como ver osos pandas dando maromas en una pantalla de 20 metros.
Otro interés que teníamos en el museo, era una exposición temporal que hablaba de la ciencia en Pixar.
Justo antes de entrar en la exhibición, mi idea de lo que pasaba en la producción de las películas de Pixar, es que el arte estaba en el desarrollo de la historia y a lo mucho el diseño de la producción, de ahí en fuera solo era cuestión de un ejército de animadores y capacidad de las computadoras para procesar. La exposición me calló la boca y de que forma.

Cada parte de la producción de las películas, empezando por la historia y el arte, pasando por el modelado, el diseño de las superficies, el diseño de sets y fotografía, simulaciones, iluminación y finalmente rendering, son labores profundamente intelectuales y artísticas.
La elasticidad del cabello de Melida en Brave, las parábolas de cada pasto en Bichos, el comportamiento del lodo en los autos de Cars, el reflejo de la Luz en cada superficie, y la expresión de cada uno de los personajes para demostrar emociones. Todo está elegantemente traducido a matemáticas y luego reproducido en las películas. Además, el avance que se ha hecho en los últimos 20 años es inmenso. A cada película le suman un reto técnico más, que damos por hecho en la pantalla.
Me encantó, todos deberíamos de ser capaces de interpretar al mundo como lo hacen en Pixar.

Saliendo del Science world y de una comida rápida, fuimos al platanario para seguir con el turismo techado. Apenas llegamos a la función y saliendo nos dio la hora del cierre, así que no pudimos ver mucho más.

Nuestra siguiente escala fue el Mercado de la Isla de Granville, que fue una gran sorpresa. Además de bonito, está muy variado y completo. Como puerto de entrada del pacifico a Canadá, uno puede encontrar todo tipo de frutas y productos interesantes. Aprovechamos para tomarnos un café y un postre.

Terminamos el día cenando en un elegante y sabroso restaurante japonés en una zona muy animada del centro.

El clima de nuestro último día de vacaciones mejoró bastante y el sol salió a saludar. Aprovechamos para darle la vuelta al parque Stanley en el turibús, pero tristemente ya no nos dio tiempo de bajar a visitarlo. Tal vez otro día con más calmita.

El bajón de final de vacaciones se acentuó, con un atardecer eterno que empezó a eso de las 3 de la tarde. Manejamos de nuevo a Seattle para tomar nuestro vuelo de regreso al mundo.

Me gusta que me rindan mis vacaciones.

 

Dejo los albumes de Flickr

 

Los Angeles 2018

San Francisco 2018

Seattle 2018

Vancouver 2018

Road trip! – Seattle

noviembre 02, 2018

De Portland a Seattle se hacen más o menos 3 horas que, comparadas con la maratón del día anterior, pues fueron súper tranquilas. Me tocó manejar la mayor parte y mis highlights fueron cuando me rebasó un Tesla, y por supuesto el paisaje otoñal tan espectacular que me me puso de malas de lo bonito.

Finalmente llegamos al departamento de nuestros amigos donde nos recibió @yosola y a quien nos dio mucho gusto de volver a ver. Nos mostró su departamento súper bonito con una vista muy mamona de la ciudad y platicamos un rato poniéndonos al corriente y chismeando a gusto.
Cuando ya nos dio hambre salimos a buscar algo de cenar. Dejamos el auto en un parqueadero cercano y nos fuimos en monoriel (cuál episodio de Los Simpson) al mercado Pike a comer mariscos.
Esa noche, siendo mero Halloween, nos tocó ver mucha gente muy creativa disfrazada por las calles, todos muy relajados y buena onda, no se si por que así sea la gente aquí,o por que sigo de buenas de estar de vacaciones.
En la cena confesé apenado que no había hecho la tarea y que no había visto Sleepless in Seattle antes de venir. Así que de regreso al departamento la vimos antes de dormir para estar al corriente y en total modo Pacific Northwest.
Me tuve que levantar muy temprano para irle a poner un veinte al estacionamiento donde dejamos el coche que vencía a las 7:00 am. Me sirvió para comprarme un café y  ver el amanecer en contemplación desde ese gran ventanal.
Ya cuando se levantaron todos, @jairtrejo se fue a trabajar y nosotros nos fuimos a desayunar a un lugar cercano. El plan para el día estuvo muy completo, empezamos con el museo de la cultura pop. Que entre sus salas tiene música, fantasía, horror y ciencia ficción. Así como Carlos Slim hizo el museo Soumaya en el DF para el exhibir su colección personal de Arte, Paul Allen (Fundador de Microsoft) fundó este museo para exhibir sus juguetes y coleccionables.
Por el lado de la música y orgullosos de su identidad grunge, el museo tiene exposiciones de Pearl Jam y Nirvana. Donde se pueden ver los cuadernos donde Eddie Vedder escribía sus letras, y demás memorabilia de estas bandas.
En la parte de fantasía, además de props de películas como El hobbit, Harry Potter, highlander y demás, también había una taxonomia de las criaturas fantásticas conocidas. En esta sala en particular disfruté unos prototipos de cartas de Magic, y unas ediciones viejas de Dungeons & Dragons.
La sala de Terror, tenía monstruos clásicos como el monstruo de la laguna negra, hasta viejos conocidos como Micheal Myers o Freddy Krueger. La sala con una ambientación bastante lúgubre, también tenía una cabina donde uno se podía meter a gritar a todo pulmón, su mejor grito de terror.
La sala de ciencia ficción, estaba igual de sabrosa, Aliens, robots y naves espaciales del cine y de la televisión se presentaban orgullosos. Entre los props a destacar estaba un T-100 de terminator muy perron.
El museo tenía una exposición temporal de cómics de Marvel, donde cuentan la historia desde los 30’s hasta el universo cinematográfico que nos tiene atrapados cada verano abarrotando los cines. Cómics como los numero uno de Spiderman o los cuatro fantásticos estaban exhibidos ahí.
A un ladito del museo, está la space needle y su mirador. Subimos a ver la panorámica, que a pesar de estar nublado igual se veía impresionante.
Sirvan estas líneas para agradecer a @yosola que me cumplí el capricho de visitar el museo del Pinball de Seattle, que tiene máquinas pinballeras desde principios del siglo pasado hasta nuestros días, y además se pueden jugar ilimitadas veces con el costo de la entrada!
Luego del Pinball, nos fuimos a Amazon a encontrarnos con @jairtrejo quien nos dio un Tour por las esferas de Amazon.
Las esferas, son un edificio en forma de pelotas de cristal donde Amazon importó una selva tropical para uso y gozo de sus empleados.
Además de plantas exóticas, peceras y cascadas, el lugar tiene muchos espacios para que uno pueda hacer juntas de trabajo o simplemente irse a sentar escuchando el agua correr. Lo cual está garantizado, por que de alguna forma le pueden subir el volumen a la cascada para que todos lo puedan escuchar. El lugar estaba muy bonito pero creo que si raya en lo excéntrico.
Ahí mismo en las oficinas de Amazon, está la tienda de Amazon Go, que es como un Oxo del futuro. Para acceder a la tienda, uno solo tiene que descargar el app a su teléfono. Una vez adentro uno entra como si fuera su despensa toma lo que necesita y se va, sin necesidad de interactuar con otro ser humano ni nadie que te pase a la otra caja para que te cobren. La cuenta llega en automático a tu celular.
Primero pensé que todo el truco era a través de medios como RFDI, que es como lo que le ponen a la ropa de Suburbia para que no se la roben. Per me explicaron que se trata de sensores en todo el techo de la tienda que usa software de reconocimiento, para saber quién eres y que te llevas. Si bien es efectivo, si está bastante creepy. Tanto tiempo de consumir ciencia ficción me sirvió para advertir que esta tecnología en malas manos, puede ser terrible. Y lo peor es que seguro ya está en malas manos 🙁
Yo soy de la idea de que, sujetos como Jeff Bezos o  Elon Musk, están a un tris de irse a vivir a una isla con Volcán de Calavera o volverse el nuevo Batman o Tony Stark
Después del Tour, hicimos una escala antes de cenar para ver al Troll de Seattle. Yo no sabia que existía pero resulta que bajo de un puente a un troll lo alcanzó la luz del día y se hizo piedra.
Ya de vuelta en el departamento de @yosola y @jairtejo, caí en cuenta que no nada más vengo a hacer turismo desde otro país, sino también desde el pasado. En un momento “que bonito es vivir en el futuro”, @jairtrejo nos dejo jugar con su Oculus Rift de realidad virtual. Si bien estaba consciente de su existencia, no estaba ni tantito preparado para la experiencia. Fue como meterme al Holodeck del enterprise. Primero estaba tomando un tour por la tierra de los muertos de Coco, luego partiendo cajas con espadas láser y luego tomando un Tour por la estación espacial internacional. Se me caían los chones de lo impresionado.
Entre las oficinas de Amazon, la tienda, la realidad virtual y que además tienen su casa coordinada con los asistentes virtuales Alexa y Ok Google, estamos a un tris de convertirnos en un episodio de Black mirror. Que ¿bonito? es vivir en el futuro.

Museo de la cultura Pop

Otoño everywhere

Space Needle

Juntas en la jungla

Oxxo del futuro

No con troles

Road trip! – Portland

noviembre 01, 2018
Según google, el camino desde San Francisco a Portland nos iba a tomar poco más de 10 horas, así que decidimos salir temprano para llegar lo más pronto posible.
Además de plática amena y de nuevos playlist, el largo camino da tiempo para le reflexión y contemplación. Por ejemplo, iba yo muy pendiente para saber en qué momento se acababa California, para poderme dar una idea de lo que hace 200 años todavía era Mexico, y pues si era un montón de tierra. También conforme nos movíamos para el norte el sol de otoño como que cuaja, primero es como un amanecer eterno, ósea sol de las 8:00 am que dura hasta las 2 de la tarde y luego hay un atardecer interminable, con sol de las 5 de la tarde por el resto del día. Se siente como que quedan a deber el medio día.
Pero la parte más disfrutable del camino es ver cambiar al paisaje. California cambia de llano y Amarillo al verde de la montaña. También hubo un pedazo muy triste donde el paisaje se pone negro y gris resultado de los incendios del verano pasado, per conforme avanzamos al norte, la fiesta de colores otoño es un espectáculo increíble. Verdes, rojos, naranjas, amarillos. Una delicia.
Las paradas que hicimos en el camino fueron más bien utilitarias, café, gasolina, snacks y comida. Incluso hicimos parada por Gas en Springfield Oregon, que según Matt Groening es el Springfield que inspiró a Homero y su familia amarilla.
Con todo y paradas, y una que otra vuelta equivocada, el total del viaje fue de 13 horas. Llegamos a Portland a eso de las 9pm, cansados y entumidos.
Nos quedamos en un hotel de la cadena Stay Pinneaple, que tiene un fetiche muy simpático con las piñas. Cenamos algo sencillo en el hotel y caímos rendidos.
Al otro día, desayunamos en Mother’s Bistro que es un Diner que estaba muy bien calificado en Foursquare (que oso ir a algo con menos de 8). Desayunamos muy sabroso, café de Oaxaca y una de las French Toast más ricas que he comido en mi insípida vida.
Antes de emprender camino, íbamos a hacer una parada “rápida” en una tienda de juegos. Pero resultó ser como una meca de los juegos de mesa, y nomas tirando baba se me fueron un par de horas.
Las cuatro cuadras que conocimos de Portland, se nos hizo bonito, aunque  que el otoño en esta zona ayuda. Ojalá hubiera algo más que hacer aquí, como para regresar.

En el camino

Puras Piñas

Guardián Games