Archivos de marzo, 2020

En primavera las quesadillas son de flores

marzo 29, 2020

Ayer me tocó mi salida semanal a conseguir provisiones para la semana. La salida sirve también para revisar si ya estamos en onda Morlock/Eloi o todavía no.

Por default siempre que se me acerca alguien vendiendo algo en el semáforo, mi acto reflejo es decir instantáneamente «No gracias» y hacer el gesto Jedi universal. Justo en eso estaba cuando de reojo vi que lo que vendía el hombre era flor de calabaza. Uf! me gusta la flor de calabaza. Le compré 30 pesos.

En el estacionamiento del súper, antes de bajar hice una googleada rápida para ver como se cocina la flor de calabaza. Nada muy difícil, hay que quitarle el pistilo, combinar con ajo, cebolla y epazote, y ¡zas!. Agregué pues epazote a la lista.

También aproveché el momento para ver rápido un tutorial de salsas, siendo muy honesto, creo que tenía la intuición de como hacerla, vi a mi madre incontables veces hacerla, pero nunca hasta este momento había hecho una yo con mis manos. Resulta que tenía la idea correcta, solo me faltaban los chiles, que también agregué a la lista.

Vale la pena decir, que nunca había visto un epazote afuera de una quesadilla, o con suerte en una olla de frijoles. Así que no estaba muy seguro de como se vería afuera de la comida.

En la sección de hierbas del supermercado me dejé llevar por el título del estante y eche la hierba al carrito. También medité mucho que clase de tortilla iba a llevar para hacer la quesadilla perfecta. ¿De harina? ¿De maíz? ¿Masa Azul, blanca o amarilla? Decisión nada trivial. Encontré unas tortillas de masa cruda, y se me hicieron buena opción.

En el queso no hubo tanta duda, todos saben que el queso Oaxaca es e queso quesadillero por excelencia. Hubiera preferido un Oaxaca fresco de mercado de la calle en vez de uno empacado, pero ni pex, uno no se pone exigente en el apocalipsis

Al estar pagando, la cajera la marcó mi aquello que yo creía que era epazote como «Hierba Santa». La paré en seco. Le expliqué que yo no la quiera para la garganta, sino para una quesadilla. Me miró condescendiente y me explicó que así no se veía el epazote, y que no era la hierba que estaba buscando.

Yo no me iba a rendir. Así que antes de regresar a mi casa pase a la verdulería de la colonia y pedí mi epazote. El verdulero tomo un manojo que parecía la cosecha del municipio entero. Humildemente le dije que no necesitaba tanto, que solo quería para mi quesadilla. Enternecido, me entregó una rama como si me estuviera ofreciendo una flor solitaria. Me sonrió y me dijo que no me la iba a cobrar. La tomé sonrojado y medité mis alternativas amorosas en caso de que la crisis sanitaria se pusiera mas ruda.

Hoy por la mañana, armado de determinación me puse a hacer realidad mi sueño de una quesadilla de Flor con queso. Tosté jitomates y chiles para mi salsa. preparé la flor, rallé el queso y cociné las tortillas. Pequeños triunfos.

Life is good.

La primavera Hecha Quesadilla

La primavera Hecha Quesadilla

 

 

El lienzo de un artista

El lienzo de un artista

Jazmín

marzo 26, 2020

Hace unas cuantas semanas después de varios años de desidia, finalmente decidí poner plantas en una de las jardineras del departamento. Compré Jazmines. Me gusta como huelen y me traen buenos recuerdos.

A los pocos días de haberlos plantado floreció el primero, y ahora es fecha que los demás le están siguiendo. Espero que pronto empiecen a desprender olores por las tardes.

En estos pocos días de encierro, los jazmines han sido mi lazo con la primavera.

Primavera 2020

marzo 23, 2020

What a time to be alive.

Cómo responsable de un call center, el viernes 13 de marzo tomé la decisión de que el personal que iba a hacer la guardia para el lunes festivo, se llevara su equipo a la casa para hacer una prueba controlada de como sería una operación remota al 100%. El mismo lunes nos avisaron que era decisión corporativa que siguiéramos así.

Creo que fue una buena decisión, la experiencias de Italia y España, nos dejaron mucho aprendizaje. Y en el futuro en el que vivimos, tener acceso a lo que pasa y piensa cada rincón del planeta tiene algunas ventajas. Así que desde ese martes me encerré en mi casa.

Fue una semana agotadora, coordinar que todos pudieran trabajar sin problemas, resolviendo contingencias, y ademas estando pendiente de planes y seguimiento de crisis. Todos los días acabe agotado.

En una de las conferencias que tuvimos, se trató el tema del impacto en el sector asegurador. Entre incapacidades por la pandemia y desempleos por la crisis, se nos vienen épocas intensas. Ya estamos buscando reforzar el equipo. Va a ser curioso reclutamiento y selección para trabajo godín remoto.

Viviendo solo mi stock de consumibles y similares, no estaba para mas de una semana. Así que planeé minuciosamente una salida para el sábado por la mañana. Hice una lista detallada de todo lo que iba a hacer y comprar. También salí desde las 7:00 esperando cruzarme con la menor cantidad de gente posible.

Con gel desinfectante en mano mi primera escala fue el Vips. Porque si uno se va a morir en el apocalípsis, es mejor hacerlo con la panza llena.

Había leído un poco del boicot que la gente le quiere hacer al Grupo Alsea, por que decidieron mandar a un montón de empleados a sus casas sin goce de sueldo. La mesera me agradeció la propina, me dijo que no les está yendo muy bien.

En el supermercado, las cosas estaban casi normales. Me llamó la atención que los anaqueles del frijol y de las sopas instantáneas estuvieran vacíos, no por que fuera a comprar, pero bueno que mas pinche se tiene que hacer uno mismo la crisis encima acompañándola con maruchans.

Después del supermercado fui a la lavandería a dejar mi ropa. La lavandera (no confundir con la Bandera), estaba muy confundida. Me preguntó mi opinión, y me dijo que no sabía si era cierto o no, «esto del virus», y que le habían dicho que tenía que comprar comida para un mes y quedarse en su casa. Si sentí pinche que en crisis de estas solo la información alarmante se propaga, y efectivamente hay mucha gente con distintos niveles de información

Además de esas pequeñas anormalidades, el mundo en León seguía business as usual. Me sentí como el episodio de Twilight Zone donde un tipo se encierra en su bunker por que cree que hay un cataclismo nuclear y cuando sale resulta que no pasó nada.

Al menos salí a recibir a la primavera. No fuera ser que no encontrara a nadie y se fuera.

De regreso a modo Desmond