Ha sido un rato sin postear.
El domingo fue cumpleaños de René, y hubo comida en su casa. No había mucha gente, familia de su esposa, Gaby Montealegre, Adriana, mi primo Adrián y yo. Se me reclamó que casi no llegaba por algún otro compromiso de otro grupo de amigos.
Efectivamente tengo muchos grupos de amigos, los de la Universidad, los de Ciencias, los del Cine, los de la Prepa, los de los Sábdos, Los del HJC, en fin. Tengo la fortuna de conocer a mucha gente y poder considerarlos amigos. Aunque todavía me falta un buen para llegar al millón de amigos de Roberto Carlos, creo que los tengo rifan.
Ayer me llevé un buen susto al enterarme que secuestraron a uno de los mejores que tengo. Me vino a la mente el recuerdo de Paola Gallo, una compañera de generación que hace un par de años secuestraron en Tepoztlán y que finalmente murió. No me llevaba con ella, de hecho no me agradaba mucho, pero el hecho de que acabará sus días así es perturbador.
Ahora le tocó a alguien que quiero y estimo mucho más. Afortunadamente, al parecer todo esta bien, lo que me da un gran alivio seguido de un coraje y reencabronamiento compartido.
Ojalá haya algo que pueda hacer…