No me agrada el invierno, y está claro que al invierno no le agrado yo.
La semana en el DF y el polvo de la mudanza hicieron que el asma tampoco perdonara este año.
Siguió una semana de viaje en Colombia, el highlight fue el concierto de los Foo Fighters en Bogotá, que como siempre no tuvo madre y que en un milagro invernal tal vez escriba un post al respecto.
Estoy seguro que mi racha de irle al perdedor en el superbowl es también responsabilidad del inverno. Una disculpa a todos los seguidores de Seattle. My bad.
Estar enfermo y de viaje de trabajo no esta padre y segun mis pulmones Bogotá tiene lo suyo en cuanto a contaminación. Tanto así que tienen dos días al año donde no circula nadie y así bajarle un poco a los imecas.
Ya de regreso en León he mejorado un poco, el aire limpio ayuda, pero el invierno ha visto las maneras de trollearme de todas formas.
Resulta que en las dos semanas que estuve fuera, llego el recibo de la luz, la fecha límite de pago y el corte. Así que también tuve que lidiar con la oscuridad en mi casa y sin candil de la calle.
Finalmente ya tengo luz, internet, mis pulmones lentamente están respondiendo, regresó SNL y The Walking dead. Pero mi guardia sigue en alto, sigue en alto por 38 días…
Faltan 38 días para la primavera.