Empezó con un viernes bastante relajado, a pesar de que el trabajo se desbordaba por las ventanas del edificio de la oficina.
Mi jefa se fue temprano y yo me tomé mi tiempo. Fui a hacer el intento de cambio de teléfono al centro de atención de clientes de Telcel, que es lo mas nefasto en servicio desde Auschwitz. Afortunadamente en el camino me encontré con una librería y el nuevo libro de Harry Potter, así que estuve esperando el tiempo necesario mientras leía (del verbo leer).
Con respecto al teléfono, no lo cambié. Como electrónicamente soy totalmente Sony, no estaba el modelo que andaba buscando y para el siguiente que me gustaba, había que desembolsar demasiados dineros. Cheil!
Igual fue bueno que no lo cambiara, por que al regresar, vi el comment de Semidios y su recomendación telefónica (motorola V3RZR) y me gustó bastante. Es lo suficientemente mamón como para mi. En una de esas le ando pintando el cuerno a Sony.
El resto del día, me la pasé como jugando a las sillas musicales, bailando por todo el edificio esperando que dieran las 6.
(acabo de ver a alguien con una Tutsi Pop, se me antojo una Tutsi Pop)
Por la noche nos reunimos en mi casa mi primo, Andrés, Ricardo «El cuñado», y el Morex para una sesión de Rol estarguareano bastante sabrosa.
El sábado me levante relativamente temprano, desayuné con mis papás y me lancé al centro en compañía de Mario y Alonso, en un Tour tianguero para conseguir los coleccionables promocionales, que salieron con motivo de Ep3, sin necesidad de atascarme de afroamericanitos Bimbo y/o botanas Barcel.
Estuvo bastante productivo, consegui mi set completo y otro que espero cambiar en la red por algun coleccionable de extranjia.
De ahí me lancé a casa de la Matriarca del Clan (mi Agüelita) que cumplió 92 años y a sus 10 hijos se les hizo sufieciente pretexto para celebrar con senda bacanal.
Estuvieron presentes, 7 de los 10 hermanos, entre ellos, por supuesto mi tío Raúl con su hielera de paletas y helados, mi tía Irma con platillos gourmet (..unos chiles relleno de queso de cabra, cubierto con hojaladra y bañado en salsa de mango, de no Mambrú…), y mi tío Nacho que actualmente vive en Puerto Rico dándose una vida que cualquiera quisiera a 20 min de la playa, de un casino, en un EU sin gringos y con una de esas pensiones que estan haciendo quebrar al IMSS. A gusto.
Ya por la noche, fui solicitado a casa de mi amigo Armando para brindar por algo, que la verdad no me acuerdo que era pero ahí estuve en compañía del Verde, conociendo gente y enterandonos de anécdotas ajenas.
El Domingo en un acto realmente milagroso, nadíe me llamó a las-ocho-putas-de-la-mañana, ni sonó el teléfono, ni ladró el perro del vecino, ni pasó un helicóptero del reporte vial, ni hubo cuetes por alguna feria patronal. Así que dormí, dormí y dormí hasta que la cama me escupió.
Desayuné, lavé los trastes, hicé algunas jetas (instintivas no intencionales) y me fuí a ver a mi amigo Carlos y su esposa Gris (De nombre, no de color), que acababan de traer una niña al mundo.
Realmente me dio mucho, gusto verlos y compartir su gozo. Muy emotivo en verdad.
Ahí en el hospital, platiqué un poco con el papá de Carlos, que me cae muy bien y es psicólogo. Me dió su tarjeta y me invito a vistarlo para platicar un día de estos, chance y lo haga.
De ahí, al grito de Zas! me lancé a ver zombies en «Land of the Dead» con Espiral, Alice y el Verde. Buen Cine de zombies, aunque no creo que sea mi favorita so far. Despúes del cine hubo aftershow en una crepería (de crepas) en la condesa. Al parecer Dios o algún apostol ocioso, se acordó que no me había despertado temprano por la mañana y se desquitó con una crepa de 3 quesos que me cayó como atentado londinense a la panza.
Finalmente en el camino a casa, la hora nacional fue sustituida por Alice y la historia de su decreto oficial para ser feliz, que le ha funcionado tan bien y a mi tanta falta me hace.
Fin de semana redondo indeed.
Jaja!! Yo quiero oir el decreto oficial para ser feliz 😛
Saluditos