Aguantaré muchas cosas, pero de dos a tres horas diarías en el tráfico conmigo mismo, ni yo las aguanto. Así que hoy fui a dejar el auto al eléctrico para que lo revisaran y en una de buenas lo arreglaran.
En el camino al taller pasé muy cerca de la Segob, las calles aledañas estaban cerradas por camiones y se alcanzaba a oír como alguien con un altavoz gritaba: «…a ver, ¡no se escuchan los maestros de Guerrero!» Seguido de un vitoreo popular(de los maestros de guerrero, supongo). Se escuchaba bien, no creo que hayan tardado en poner el sonido y empezar la fiesta. Total, la calle ya estaba cerrada.
Durante la comida, hizo tema la pregunta: «Si tuvieras que morir por un pecado capital, ¿Cuál escogerías?», la lujuria venció apabullantemente. Pero en cuanto nos acordamos de la película de Se7en, ya no estuvo tan entusiasmante el escenario y el tema se cambió a cosas mas digeribles como chismes de oficina.
En el tren ligero de regreso había un sujeto con un montón de hojas blancas y una pluma bien clavado resolviendo ecuaciones recargado en la puerta del tren.
También noté como por ahí del 40% de las personas que me encontré en el trayecto usaban gorra.
Bussiness as usual…