Los días antes de salir fueron un festival de ansiedad, entre la sensación de no acabar el trabajo, el stress de tener todo listo y el dolor de espalda que no se iba, no estuvo padre.
Los primeros 400km de León al DF fueron conduciendo, el camino estuvo tranquilo a pesar de la ansiedad (que me hizo pararme a revisar la maleta a una cuadra de mi casa), afortunadamente la espalda cooperó y se curó en el trayecto.
El relax empezó con una comida familiar, muy disfrutable. Al otro día salí del AICM muy temprano.
Mi primer escala fue Chicago, la verdad dormí casi todo el vuelo, me toco el mismo jetón de siempre en migración y afortunadamente no se perdió mi maleta. Estuve esperando con calma mis horas de escala y hasta que se subieran todos al avión para ver si había un rinconcito donde pudiera acomodarme. Si hubo, en business class \o/.
Que rico es viajar como la gente en un lugar amplio y cómodo. Al subir al avión, ya todos estaban acomodados y la mayoría sin zapatos y en pantuflas. También llegó una azafata a ofrecerme pijama que acepté. Básicamente lo primero que hice fue quitarme zapatos y pantalones, como si estuviera en mi casa.
El sistema de entretenimiento estaba súper completo, ya lo quisiera Blim. Con decir que había una categoría completa de películas de Bond. Y de música tenían de todo, incluso una sección de lectura de Corán que (no es por ser chismoso), escogió el pasajero de junto.
Para ver mientras cenaba, elegí la aventura del Poseidón, del ’72 con Gene Hackman. Ah! Que buenas son las películas de desastres de los 70.
La cena en Business Class, es a la carta y súper fancy. Uno que esta acostumbrado a la media noche con jamón y sobrecito de mostaza (Pa darle sabor), de Aeroméxico, pues si se apantalla con la crema de chícharos con menta, el suflé de brocoli y blue cheese, acompañado de una copita de vino.
Terminando de cenar y ya con pijama puesta, me dispuse a dormir horizontalmente, uts, toda la diferencia, además de que mi espalda lo agradeció.
Desperté y todavía faltaban 4hrs de vuelo (de 12 en total), así que me elegí otra película. Normalmente mi política de ver pelis en un vuelo, dicta que sean películas que ya vi, o que no me importa perderme la mitad, por que regularmente no vienen subtituladas y no se oye nada por el ruido del avión. Todo cambia con unos audífonos decentes tipo zabludoski y con Noise reduction. Así que escogi un estreno, Trumbo, que ya me había recomendado mucho mi Sr padre. La disfrute bastante.
Mientras veía mi película llego la azafata, a ofrecerme de desayunar. Aquí hago una pausa para comentar que había leído un par de artículos sobre las sobrecargos de Qatar airways que hablaba que no la pasan tan bien. Dicen que están expuestas a explotación, sobrevigilancia y acoso, y ps si me sentí raro cuando me atendían tan amablemente. Hasta se disculpó por no haberme hecho piojito.
Después de la película y el desayuno, no paso mucho para que llegáramos a mi siguiente escala:Doha, Qatar.
Marx bendiga el wifi gratis.
Lo primero que hice fue avisar a Michelle (mi contacto en Qatar Airways), que ya había llegado con bien. Ella me dio varios tips para la conexión. Finalmente me dijeron que tenía que esperar hasta una hora antes del vuelo para ver si había lugar, la del mostrador hizo cara de «uyjovencomovequenosevaapoder» y me dijo que el vuelo estaba sobrevendido. Cheil!
Como no había otra mas que esperar, me pasee por el aeropuerto para matar el tiempo.
El aeropuerto de Qatar, parece hotel de las Vegas. Lleno de luces y de marcas finas. Hugo Boss, Tiffanys, incluso había un lugar chino donde se vendían lingotes de oro y leche nido.
Trate de entrar al Lounge de Business class, pero resultó que mi tipo de boleto no estaba permitido. 🙁 aunque si me dijeron que había un Lounge para pobres y nuevos ricos que costaba 50dlls x 6 horas. Lo tomé en cuenta por si había que aplicar la de Tom Hanks.
Cuando llego el momento, sin hacerla tanta de emoción me dieron mi pase igual en Business. Eso quería decir que si iba a contar con un par de días para pasear por Johanesburgo! Yeah!
El vuelo fue menos largo, y ahí si no pude dormir nada. Puse un documental de la historia de monitos de SW. (Plastic Galaxy creo que se llama) y episodios de un sitcom para no pensar mucho. Ya cuando me quise dormir, puse episodio VII (que estaba de estreno) y funciono maravillas, me quedé jetón apenas salió la estrella de la muerte.
Llegué a Johanesburgo, Sudáfrica en martes después de tres días de haber salido de mi casa y dos días sin bañar. Pero muy feliz.
Muy cierto: Marx bendiga el wifi gratis que disfruta la clase trabajadora!! jejejeje
Abrazos hasta muy lejos!!
Abrazo de regreso 🙂 \o/
Se me hace agua la boca con las crónicas por venir. Curiosamente yo vi la aventura del poseidon en algún momento de los 80s y la ola me dejó traumada por años.
El cine de desastres de los 70 es la onda!