Ayer fui con Rosa a pasear por el Zócale (y escribí bien), y de paso conocer la pista de Hielo de Marcelo que tanto ha dado de que hablar.

Mi primera impresión es que todo el tinglado esta grande. La pista por si misma ocupá como 1/4 parte de la plancha de la plaza y la infraestructura alrededor (Puestos de antojitos, refrescos, juguetes, adornos navideños, hasta hay una tienda de Deportes Martí [!] etc.) ocupan otro tanto.

Lo que no pude descifrar (y no me he molestado en investigar) es, ¿que es la gran estructura que hay en la otra mitad del zócalo? (Un misterio)

Pero bueno, en cuanto llegamos preguntamos como le hacía uno para patinar y un oficial muy amable (sin sarcasmo, realmente muy amable) nos dijo que lo primero que había que hacer era llegar muy temprano por que a esa hora ya se habían agotado los lugares.

Primero Sentí alivio, ya que me iba a librar del oso [polar] al que me exponía con un par de patines puestos, y acto seguido Dimos la vuelta olímpica a la pista para darnos un panorama del ambiente en general.

Con todo y pista, verbena popular y plancha ocupada al 100% aún así las manifestaciones se encuentran un clarito para levantar sus protestas. En una esquina de la pista (afuera de la SCJN) estaba un grupo con antorchas gritando consignas.
Siempre que veo multitud con antorchas, no puedo dejar de pensar que van a la caza de un mounstro frankensteinesco. En este caso lo que hubiera estado bueno hubiera sido darles patines a todos y armar un espectáculo de fuego con hielo. Manifestación On Ice. Seguro la gente les hubiera puesto mas atención.

La iluminación, como siempre, es una bonita tradición que vale la pena ir a ver si uno tiene ganas de andar de pata de perro.

Ahí mientras veíamos los foquitos del ayuntamiento, se me acercó una chamacona preguntándome cómo vivo mi fe como parte de una entrevista para Mariavisón.
Se fue decepcionada cuando le dije que yo tenía contrato de exclusividad con Ateovisión.

Finalmente nos hicimos de unas palomitas y nos sentamos a ver deslizarse a la gente sobre el hielo.

En general se me hizo un ambiente muy muy muy agradable. Había mucha gente pero no al nivel de tumulto y todos en general con muy buena actitud.

Dejando de lado el ángulo populista y el debate de otras 101 cosas en la que se podría gastar el dinero, ciertamente le quedo bien el show al Marcelo.