Afortunadamente no fue el caso este fin de semana. No hubo nada que mis muchachos no hayan podido atender. Sehr gut.
Este fin de semana fue la boda de Eva y Niv en Puerto Escondido. Eva tuvo a bien avisar del pachangón desde hace poco mas de un año para que los invitados lo planearan bien y no tuvieran pretexto de faltar.
Y como a mi mas bien me faltan pretextos para ir de fiesta a la playa, no hubo que pensarlo mucho.
Highlights del Evento.
El clima.
Cuando llegamos y vimos el cielo nublado en el puerto hubo un poco de desilusión, pero en retrospectiva estuvo nublado apenas para que el sol no matara como en San juanico. Hubo calor y un poco de lluvia pero no fue nada grave.
Hubo sol justo en los momentos que fue necesario.
El lugar.
Nunca había estado en Puerto Escondido y pues sigo estando orgulloso de las playas de mi país.
La Fiesta.
Boda en la playa por default se antoja bonita y además coincidió con que fue uno de los momentos en que el sol se puso guapo.
Nunca había estado en una boda judía y por fin se me hizo gritar «Mazel Tov» con ganas y gozo. Y aunque no bailé el Hava Naguila, me desquité con muchos otros ritmos.
Alejandro me hizo notar como se le hacía extraño que se sirviera carne de cerdo en una boda Judía, pero al probar el Mole con que venía, quedaba resuelta la pregunta.
Ese mole santificaba cualquier plato, no dudo que haya quien lo use para bautizar niños.
La Gente.
Aún no puedo acordarme la última vez que vi en persona a Eva, pero entre los mails de sus viajes por el mundo y los blogs, se sintió una familiaridad muy cómoda. De igual forma con sus papás que tantas veces aguantaron que su casa fuera base de operaciones.
Me dió gusto verlos.
Desde el vuelo ya nos encontramos con viejos conocidos, como con el Dino quien fue mi maestro en una de las 2 materias que aprobé en la facultad de ciencias.
También hubo chance de hacer nuevos conocidos como Carmen y Herbert, desde Alemania, Pamela y Ted desde Estados Unidos y un Molusco vacilador desde el fondo del mar, quienes amenamente nos acompañaron en la mesa durante la fiesta.
La compañía
Hago énfasis en lo chido de la compañía de este fin de semana.
A pesar del shock diabético por tanta miel y de la sms-dependencia, es la onda andar con gente que aprovecha cualquier fila para convertirla en fila de conga.


