Pues bien, el fin de semana fue la mudanza, muy simple en realidad. Ya había empezado con la mudanza hormiga y la camioneta solo se llevó un par de muebles y algunas cajas que faltaban.
Fui muy afortunado ya que tuve muchas donaciones para mi casa. El departamento, por ejemplo, incluía refri, cocina y una sala y comedor en pseudo-consigna. Adicionalmente Carlos y Gris me donaron un escritorio y un horno eléctrico y mi madre me cedió una vajilla completa. Además, el timing coincidió con que mi tía que vive en Sonora vaciara su casa de aquí y me donara dos cajas llenas muchas cosas útiles, desde un pelapapas y una cafetera, hasta una colección de pinchemil canastitas de todos tamaños y colores.
Cuando las saqué las canastitas de las cajas, pensé que a lo mejor era algún fetiche raro de mi tía (que yo respeto), y no les vi uso inmediato.
Mi amigo Mario me explicó la teoría canastera de guardar cosas y poquito después, cada vez que tenía alguna cosa en la mano (fibra, fusibles, medicinas, etc) y me preguntaba «¿Donde chingaos pongo esto?» siempre había una canastita al rescate.
Descubrí el poder y uso mágico de las canastitas y ya soy un creyente.
Esta primer semana estoy ensayando tiempos y movimientos y todo indica que los tiempos de transalado en el tráfico se redujeron en 2/3 partes. ¡Yeah!
yo pensaba lo mismo de las canastas, hasta que mi mamá me dió una… de ahi todo lo ponía en la canasta, ahora a miles de km de ahi, añoro mi canasta, snif
Queremos fotos y open house!!!!
Felicidades
Felicitaciones!!!!!!!
Que bueno es dar ese paso y vivir solo. Lo malo va a ser entender que la ropa sucia no se lava sola…pero ya sabrá lidiar con esa molestia.