Pues no hubo anarquía, y el señor de las moscas era yo sin bañarme por las mañanas.
Regresó el agua. La extrañamos mucho. Nunca había apreciado en su totalidad el delicado sonido de un descarga del WC o sentido con tanta intensidad el jabón entre mis dedos y los trastes sucios.
Esta semana también aprendí mucho sobre las regaderas de mis amigos. Como el buen gusto en mosaico de uno, o que buena idea es tener una banquita empotrada en la regadera. También me convencí de que necesito un nuevo calentador que provea mas de 30 segundos de agua caliente.
En fin, ya solo nos queda ver como noviembre lucha intensamente por una identidad propia y finalmente se desvanece entre jingles navideños, preposadas y un frío de la chingada.
Habiendo Nochebuena en el súper, todos saben que su lucha es inutil. Irónicamente hoy es día de Carta Blanca….
Lo que más me gustó es reflexionar sobre la búsqueda de identidad de noviembre, pobre.
Ya he pasado por esas mamadas del agua y una de las mejores cosas es llegar a la oficina mosqueado para bañarse ahí. Jejejeje.
Life Aquatic.