Con la doble intención de darme un regalo de reyes y cumplir con uno de mis propósitos de año nuevo, al fin pude cambiar de celular. Es un Sony Ericsson W800 (El del comercial de la presecusión que pasan el cine) y pues, después de 2 años de no haber cambiado el equipo, me salió en extremo barato, poco falto para que me quedaran a deber.
El teléfono, cumpliendo su función de maravilla tecnológica, graba video, aunque después de una pequeña prueba, no cumple con los requisitos técnicos mínimos de la producción del Mau Show. Así que seguiré con mi plan original.
Entre tanto propositerío que hice en todos lados, tengo por ahí uno underground, donde me propongo (Ya me cagó la palabra «propósito» y todas sus variantes…), acabar de ver la cuarta temporada de 24 antes de que empieze la nueva el próximo domingo. Voy a la mitad, lo cual implica ver, al menos, 2 capítulos diarios de aqui al sábado. Así que en lugar de seguir escribiendo posts, me voy a cumplir mi propósito…