Este fin de semana es cumpleaños de mi Jefa, y por supuesto hubo pastel en la oficina, desde luego se cantaron las mañanitas con tono y volumen como si estuviéramos rezando un Rosario. Que tradición tan mas cagada, lo que es cantar por compromiso.
Pero bueno, el punto es, que el pastel era de chocolate y estaba envinado, a lo que me surgió la duda, de cuanto pastel envinado tendría alguien que comer para agarrar la jarra. Sería un experimento interesante y la cruda sería toda una experiencia.
Se irá a mi lista de «Cosas que hacer en un día ocioso».