Prefiero servirme mi café muy muy caliente y dejarlo que llegue a la temperatura que a mi me gusta. A veces lo dejo por un largo rato antes de darle siquiera en primer sorbo. Cuando mi papá me daba aventón pasabamos al jarocho en Miramontes y Marina y me decía: «¿Que?, ¿te vas a tomar tu café hasta que lleguemos a Bucareli?».
Recuerdo que en un libro de texto alguna vez leí que el café debe ser Caliente como el Infierno y Negro como el Diablo (¿El diablo es negro?).
Por un comunicado institucional, se permitió al personal del Banco vestir con ropa «Casual» durante las siguientes dos semanas.
El área de comfort (y música para volar), se puso un poco mas cómoda.
Si le sirve de consuelo, a mi también me enseñaron desde niña que el café se toma negro y amargo.
Aunque no se si por el tema del chocolate con queso mi opinion en tema de «sabores» le sirva…
jeje..igual…saludos!!