La intención de hoy era visitar e Museo Olímpico y de deportes. Luis no lo conocía asi que cuadramos una hora para ir a verlo.

La entrada a los museos anteriores había sido muy fluida y facil, asi que como novato, asumí que iba a ser igual.

El museo está dentro del estadio Bin Khalifa, y resulta que no tiene estacionamiento. Además de que como hay que pasar los filtros de seguridad del estadio, hay que hacer reservación y llegar ya con boleto en mano. Lo cual no habiamos hecho.

De por si ibamos con el tiempo apretado por que quedamos de pasar por la comida post-museo. Asi que desistimos 🙁

Yo tenía muchas ganas de conocer ese estadio que es de los mas viejos de la ciudad y sede de los juegos asiáticos de 2006. Además tiene un hotel en forma de antorcha junto que se ve desde casi toda la ciudad.

Michelle habia mandado a hacer pozole con una Mexicana que a eso se dedica. Asi que curamos la frustración con un pozolito.

Despues de la debida siesta, me sali con el objetivo de ir a Katara nuevamente pero ahora por la tarde/noche que esta mas animada.

Me meti al platanario. Por que a mi me gustan mucho de esos. Y paseé por katara con luces y vida. La vez pasada me habia metido en el Katara cultural y asi, hoy me metí a la parte comercial que tiene tiendas super popof.

Me encontré un Juan Valdez y me hice una escala para el tintico y un pan de bono.

Antes de venir al medio oriente, yo me imaginaba que me iba a retacar de comida árabe, en particular sus postres con miel, pistache, dátiles y nueces. Me equivoqué.

A menos de que vayamos a un lugar de especialidad, en general la comida esta bastante occidentalizada.

Por ejemplo, junto al Juan Valdez habia una panaderia y las alternativas para acompañar mi cafecito era puro pan francés y pasteleria. Claro que se veían buenisimos. Pero si hubiera preferido un postre árabe.

Otra reflexión del dia fue sobre la identidad gráfica del torneo. Me gustan mucho los colores y estetica que seleccionarion.

Me canse de andar de pata de perro y regresé a la casa para aprovechar la oportunidad de dormirse temprano porque no hubo juego.