Qatar 9

noviembre 28, 2022

Deliberadamente no me puse mi camiseta de México hoy. En protesta/berrinche por el resultado de anoche. Aunque a estas alturas ya se me pasó.

Mshreib, el barrio donde estamos esta lleno de cafécitos y lugares monos para pasar el rato y decidimos desayunar en uno de esos antes de irnos al Museo de arte Islámico (MIA).

A pesar de que el museo está relativamente cerca, cómo está en plena zona turística la mayoría de accesos están cerrados a la circulación y el Taxi nos dejó un poco retirados y tuvimos que caminar.

El edificio del museo es tan bonito que me puso de malas. Dicen que el arquitecto visitó montones de mezquitas para inspirarse y lo hizo muy bien, además, el museo esta en la punta de la bahía y tiene una vista hacia el skyline de Doha bien bonito.

Siendo que Qatar es un estado propiedad de la Familia real, toda la colección de arte es propiedad del Emir. Es algo así como el museo Soumaya si Carlos Slim tuviera dinero.

La colección de arte está muy completa, tiene piezas de todo el mundo islámico, hasta de países Europeos donde el Islam llegó y dominó en algún momento de la historia. Hay piezas de Iran, Irak, Afganistán, India, España, África, Egipto, uf. De todos lados menos de Qatar. Efectivamente la historia reciente del país no da para mucho, y pues mas atrás la verdad es que había pura arena. Pero se agradece que el Emir haya puesto su colección de chacharítas para que el publico las viera.

Hubo un detalle en el museo que me anduvo confundiendo en toda mi visita, resulta que los musulmanes llevan una cuenta distinta del calendario a partir de que se murió el profeta Mahoma, por ahi del año 600 DC, y esa es la nomenclatura de las piezas en el museo. Mas de una vez me sorprendí de lo avanzados que estaban los árabes. “Que fusiles tan mothernos tenían estos muchachos en el siglo 14” cuando en realidad estábamos viendo cosas de nuestro siglo 20.

Otro golpe de suerte en este viaje, fue que la japonesa de los puntos aka Kusama, trajo exposición a Katar. A Alice y a mi ya se nos había escapado un par de veces en otros viajes y pues  finalmente nos tocó ver algunas piezas y la sala de puntos infinitos que tanto fue el mame en el instagram mexicano hace unos años.

Habiendo consumido suficiente cultura para un día, encontramos un restaurante de comida árabe muy cercano y comimos de-li-cio-so.

Todavía nos dio tiempo de regresar a la casa a tomar siesta y prepararnos para irnos a ver el España-Alemania con la socialité teutona de Doha.

La cita fue en un hotel donde se estaba quedando la selección de Ecuador, en una terracita súper a gusto. Hubo cerveza, canapés y todos hablaban en Alemán. Me divertí mucho sobretodo cuando salí sorteado en una rifa para un vale de un desayuno doble en dicho hotel. Estoy seguro que mas de un alemán sospecho que yo no era tan Ario como parecía. XD

Fue un buen día.

 

 

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