En el rito del lavado de diente en la oficina, 8 de cada 10 veces, sin importar la hora, me encuentro al mismo wey. Es de aquellos a los que no hablo mucho, de hecho ni estoy seguro de su nombre, no se si es Ricardo o Enrique. Como sea, nada como mover la cabeza viendo al reflejo en el espejo y saludar haciendo un sonido con el cepillo de dientes en la boca llena de espuma que mas o menos suene a algun nombre.

Regresé a entrevistar personal, no puede ser. Un año después estoy como al principio, sin ayuda, hasta la madre de trabajo y malpagado. Pero ya no me voy a quejar, el fin de semana pasado, hice un envío masivo de Cv’s, que no pego ninguno verda’, pero ahi le taloneo.

Hoy entreviste a un señor de 43 años con dos niñas (6 y un año), el señor trabajaba en Berol, se salió para poner su negocio, no le fue tan bien y ahora quiere regresar a trabajo de oficina. Desde que lo ví supe que no era lo que necesitaba.
El trabajo es simple, (captura y uno que otro reporte) y estoy casi seguro de que lo podía hacer, pero no era el indicado. Pensando lo peor, con $5,500 al mes para mantener una familia (aunque hay gente que lo hace por mucho menos), no lo hubiera podido mantener por mucho en lo que conseguía otro trabajo mejor pagado. Y aunque el «Lo siento, pero estas sobrado para el puesto» esta choteado, ahora lo entiendo muy bien, lo último que necesito es que me dejen colgado otra vez.
Además tenía experiencia y especialización en sistemas específicos de contabilidad o alguna onda así. Estoy seguro que puede conseguir algo mejor. Aunque si percibí la desesperación. Cheil!

Y aunque me pienso ir, me gustaría dejar alguien capaz y bien preparado a cargo, no quiero quedar mal, quiero irme como la gente. El mundo da muchas vueltas (Una diaria sobre su eje, y una al sol cada año) y quien sabe cuando necesite un favor o una palanca de éstas personas. Además me caen bien y no soy lo suficientemente naco como para irme y dejar todo botado.

En fin, creo que me estoy buscando una justificación.

Hablando de justificarme, sigo clavado con el cuate que corrí (Bueno pues!, fue mi primero creo que se vale tomarlo un poco personal), y trato de encontrar el punto inequívoco que diga que hice lo correcto. No sé. Creo que el meollo finalmente, no era que se la pasaba atendiendo asuntos personales y no hacía mas de lo que se le pedía, yo tengo algo de eso, escribo posts, leo blogs, hago llamadas de 10 min con mis amigos y procuro irme siempre a las 6, abuso pero en menor medida. La verdad es que, su capacidad de análisis y resolución de problemas no eran suficientes como para el apoyo que yo necesitaba. Planteé mal todo el asunto. Vi algo incorrecto en mi multiplicado en el y por ahí trate de llegarle. No era eso, no era por ahí, era mucho mas fácil. Creo que algún psicólogo Freudiano me diría que me estaba corriendo a mi mismo. (A ver si no resulta que en el nuevo que contrate se refleje mi madre)

Ayer por la mañana se volteó un trailer sobre Viaducto Tlalpán, el tráfico se desquició. Recorrí los 17 km a mi trabajo en 3 horas. Un hombre camina en promedio 5km en una hora, así que hubiera llegado casi al mismo tiempo si me hubiera venido a pie. Me desesperé un poco pero no tanto. Me espeluzna que ya este acostumbrado a esta mala vida.

Mañana es cumpleaños de Fer y decidió celebrarlo en las Luchas. Nunca he ido, el asunto promete.