marzo 26, 2004

Alguna vez alguien me dijo, que una forma de disminuir los riesgos del conductor (Choques, robos, ponchaduras y accidentes en general) era llevando la efigie de un santito de preferencia dentro del coche. Ya sea en la guantera, colgado en el espejo retrovisor o ahí junto a la morralla, el santito se iba a encargar de protegerme a mí y al auto que manejaba.

Evidentemente no creo en eso, pero decidí hacer el experimento después de todo.

Llevo manejando el coche que traigo ahorita como 5 años, y hasta ahora le he dado un llegue, volado un espejo, me vandalizaron el otro espejo, se me han ponchado 3 llantas (aunque eso es culpa de las llantas chinas, no del santito), me han chocado, se le descompuso el velocímetro, se le descompuso el radio y me han dado un cristalazo.

El experimento funcionó, la efigie del santito no garantiza nada, créanme. (Aunque, ya le agarre cariño al desgraciado.)

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