julio 22, 2003

Ayer bien modosito, me traje comida a la oficina. A la hora de comer fui con Maru que llego de vacaciones y un par de compañeras al comedor a hacer lo propio. Nos tardamos como unos 45 minutos, y cuando regresamos a Maru le habían sacado de su bolsa quinientos pesos. (Pinches Nacos!)

Como no es la primera vez que algo así pasa (Una vez cuando yo estaba de vacaciones se llevaron un DIM de mi maquina), se volteo la oficina de cabeza, checaron las grabaciones de las cámaras y le pidieron su bolsa para tomarle huellas digitales (Scotland Yard se queda pendejo junto a los de seguridad del edificio). En fin, pues resulta que después de ver los videos, dicen (por que yo no los vi) que el único que se ve entrar y salir de la salita es nuestro Tenor de Petatiux. Y pues ayer que lo encaran e interrogan, obviamente lo negó todo y alega que no sabe ni vio nada y ahorita esta atrás de mí escuchando “Ave María, pronto serás mía”, (Al menos no la canta).

En la mañana me platicó de su interrogación, me dice que esta sacado de onda y que le da mucha pena con su Jefa y con Maru. ¿Lo que yo creo que pasará?, no se lo van a poder probar, pero elegantemente no le van a renovar su contrato y el espacio musical en este recinto, volverá a ser sagrado.

En lo particular no puedo juzgar si fue o no fue, no lo conozco lo suficiente. Pero sea quien haya sido, estoy a favor de que lo expongan, y lo amarren crucificado en el comedor para que todos puedan pasar a escupirle antes de que lo corran. Y eso solo por 500 pesos. No me hagan empezar en lo que les haría a los que asaltan micros y violan mujeres o a las nanas golpeadoras. Es en esos momentos cuando se me sale lo talibán.

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